Seguro que Bernhard Langer se marchó ayer a la cama con una importante comedura de coco. Feliz tenía que estar porque su resultado de arranque en el KLM Open ha sido bueno (-3) y se vuelve poner de manifiesto que tiene juego más que de sobra para competir con los mejores. Pero seguro que a la vez le estaba dando vueltas a la cabeza para encontrar la fórmula de levantar el ánimo de su hijo Stefan.
Es todavía un amateur y ayer hizo su debut en el circuito europeo. Su resultado no deja lugar a la duda de que debió pasar un auténtico calvario: 98 golpes para un total de +28. Se marcó un 12 en un par cinco y sólo consiguió resolver con par cuatro hoyos. Nadie querrá estar ahora en la piel de Stefan, mirado con lupa por el hecho de ser el hijo de quien es, y encima teniendo que responder de una tarjeta semejante. Será un duro trago, pero cualquiera en su lugar daría lo que fuera para saber que a su lado va a tener apoyándolo y aconsejándolo a todo un ganador de grandes.
Al margen de la historia de los Langer, la primera jornada del KLM, nos ha dejado al francés Jean-Baptiste Gonnet y al japonés Taichi Teshima como líderes con -6. El jugador galo refrenda el buen momento de forma demostrado hace una semana en Suecia, mientras que Teshima ya nos tiene acostumbrados a este tipo de jornadas.
Los españoles han empeazdo bien en líneas generales, aunque ninguno está en los puestos más punteros. El mejor ha sido Luis Claverie con -3, seguido de Carlos Rodiles con -2. Jesús María Arruti y Alejandro Cañizares completan los 'tercios' que han conseguido acabar por debajo del par en Holanda, mientras que Rafa Cabrera y José Manuel Carriles lograron al menos empatar con el recorrido de Kennemer…
Peor le fueron las cosas a Gonzalo Fernández Castaño, Santi Luna y Pablo Martín (+2), aunque cerca del corte, y a Juan Parrón y Manuel Quirós con +3.