Nuria Iturrios (-5) se ha metido arriba en la Lalla Meryem Cup a las primeras de cambio. Memorias de África. Otra vez en Marruecos. Aquí ganó en 2016 y está claro que se siente a gusto. Eso sí, no se engañen. Este campo que han jugado hoy poco tiene que ver con el del año pasado y mucho menos con el que se jugó en 2016. El Blue Course se ha sometido a una exhaustiva remodelación que lo ha transformado radicalmente. Pero está claro que a Nuria lo mismo le da ocho que ochenta.
Y esto es porque ha jugado al golf de manera impecable. Es realmente complicado no hacer pocas cuando se juega de esta forma tan precisa. Ha cogido trece de las catorce calles, 17 greenes y ha tirado 29 putts. Así la vida es mucho más fácil. El único bogey ha llegado, precisamente, en el green fallado, desde el búnker.
Más allá de este accidente en el hoyo 6, que ha dejado muy poca huella ya que sacaba un gran birdie en el 7, lo cierto es que Nuria ha estado infalible. El festival empezaba muy pronto. En el hoyo 13 (empezó por el 10) embocaba un putt de unos 16 metros cuesta abajo y desde otra plataforma. Sensacional. El mejor augurio de lo que esperaba. “Es una de esas rondas en la que ves que aflora todo el buen trabajo que ha hecho en los últimos meses”, asegura su entrenador, José Luis Palacios, que le lleva la bolsa esta semana.
Iturrios está empatada en segunda posición con la veterana sueca Camilla Lennarth y a dos golpes de la también sueca Lina Boqvist (-7), que se salió por la tarde. Mientras, a un golpe de la española se encuentra la sorprendente india Diksha Dagar (-4), una golfista que apenas lleva siete torneos como profesional y que ya tiene una victoria en el Ladies European Tour. Se impuso en el Investec de Sudáfrica hace varias semanas. Sigue la buena racha.
En cuanto al resto de españolas que jugaba en el turno de mañana, Noemí Jiménez (+1) ha sacado adelante una vuelta repleta de raza. El mejor ejemplo era su recuperación en el hoyo 13, par 3. Mandaba la salida a la izquierda del green y desde ahí pegaba un globo espectacular, de unos 30 metros. Apenas tenía 60 centímetros para botarla y ahí fue, con la precisión de una cirujana. La dejó dada y a punto estuvo de hacer el birdie. “¡Has hecho magia!”, le gritaron sus compañeras de partido. “Si hoy he hecho +1 jugando como lo he hecho de tee a green, me puede echar lo que quieran…”, aseguraba una sonriente Noemí, muy satisfecha con su actitud. También María Hernández hacía +1, sacando adelante una gran ronda con tres birdies y cuatro bogeys.
Por otro lado, Marta Sanz (+2) firmó una buena vuelta sólo empañada por un triple bogey en el hoyo 16, Silvia Bañón y Carmen Alonso hicieron +2 por la tarde, Patricia Sanz (+4) sigue peleando contra los dichosos pequeños detalles que hacen la diferencia de una buena vuelta a una discreta y Elia Folch (+5) sufría en los segundos nueve hoyos.
