¿A quién puede incomodarle que alguien como Laura Davies (-11 tras entregar hoy un 66) lidere con autoridad y en solitario un torneo de prestigio como el Open de España? La veterana jugadora inglesa, más bien, despierta las sensaciones contrarias sólo con verla jugar: admiración, respeto y burbujas de empatía…
Davies, por encima de todo, es en sí mismo una terapia contra el estrés y las manías del golf. Porque realmente disfruta jugando. Porque compite como nadie sin aspavientos. Y porque aniquila a su paso mitos y lugares comunes… Pues eso: que si tiene que jugar nueve semanas seguidas (aquí en Flamingos encadena precisamente esa cifra), las juega. Y no da bolas si entiende que su swing funciona correctamente. Y no usa tees, y deja el glamour para las ‘kournikovas’ de la vida… Y no padece en un campo de golf.
“Lo mete todo”. Así resumía María Hernández (-6) sus dos jornadas de juego junto a la Davies. Y si Laura anda fina con el putter, literalmente todas las demás tienen que despedirse del torneo. A ver qué pasa mañana. Hoy ha dado un recital en la recta final (birdies en los hoyos 14, 15, 16 y 17).
Todo lo contrario que María Hernández y Azahara Muñoz (-4), que hoy no embocaban casi ni por casualidad. Muñoz rozaba la desesperación. Y no es para menos, porque ha cazado 17 greenes y se ha ido a la ducha con sólo una menos. Le hemos contado hasta cuatro corbatas casi enteritas, de las de 360 grados… Eso sí, se ha resarcido con un eagle en el hoyo 9 desde 98 metros, botando la bola un metro por detrás de bandera y embocando gracias al efecto retroceso. El golpe de la semana, seguro. “Cuando no entra ni una los días se hacen largos. Pero es mejor no volverte loco… Así que mejor me voy a tomar una cervecita tranquilamente”, explicaba resignada y con gracia al finalizar su vuelta.
De las 18 españolas, siete han pasado el corte. (VER CRÓNICA DE LA MAÑANA) Hay destacar, del turno de tarde, la magnífica vuelta de la amateur Mireia Prat. Ha hecho 67 golpes y se encuentra con -3.
Christina Kim acabó la jornada con -5, pero fue sancionado con dos golpes por colocar mal la bola. En Estados Unidos, cuando se juega con las reglas de invierno, los jugadores tienen un margen de un palo para colocar la bola después de limpiarla. En Europa, sin embargo, la distancia es de una tarjeta. Los árbitros avisaron a Christina Kim en el tee del 1, pero la norteamericana, con la concentración de la ronda se le olvidó en una ocasión y recibió la sanción. Así las cosas, su resultado final es -3.
Mañana se espera una hora de tormenta, por lo que los organizadores han decidido sacar a las jugadoras en grupos de tres y por dos tees.
