Blanca Fernández García-Poggio debuta esta semana en el Ladies European Tour. La jugadora de 23 años se estrena en la primera división del Circuito Europeo gracias a una invitación que ha recibido por parte de la organización de La Sella Open, el primero de los tres torneos que se juega en España de aquí a final de temporada.
Blanca afronta la semana con muchas ganas: «Estoy muy contenta, me hace mucha ilusión jugar el torneo. Es mi primera vez y es cierto que noto algo distinto en el estómago. No es un torneo más. Tengo muchas ganas», cuenta a Ten Golf con una sonrisa la jugadora madrileña.
Tras cuatro años en Estados Unidos, Blanca decidió dar el paso al profesionalismo. Lo tenía clarísimo y, en julio, tras terminar la carrera de Comunicación en la Universidad de Texas A&M llevó a cabo la decisión: «Juego a esto desde que tenía tres o cuatro años, era un salto que quería dar sí o sí». Reconoce que tras cerrar su etapa de estudios y estar únicamente centrada en jugar se siente, lógicamente, mucho más libre: «Ahora decido yo mis horarios, cuando estaba en la universidad tenía que seguir a rajatabla lo que me decían, pero ahora me toca a mí organizarme. No quiere decir entrenar menos, de hecho entreno más, pero agradezco mucho el tener mi espacio».
Blanca no para. Es inquieta y nerviosa. Como jugadora entiende que su gran foco en este momento es el de mantener la concentración: «Estoy trabajando mucho en no perder la atención en cada golpe. No puedo despistarme ni tener la cabeza en otra cosa. De hecho, ese es mi gran objetivo de la semana. No pensar más allá del golpe que tengo que dar en ese momento. Mucha concentración. El resultado que salga saldrá, pero no quiero estar pendiente de eso. Me influye mucho el resultado, me dejo llevar fácilmente y pierdo el foco. Toca estar únicamente al tiro que tengo».
Cuando se le pregunta por sus fortalezas, la española se distingue a sí misma por su juego largo: «No soy la que más fuerte le pega a la bola, pero sí tengo bastante distancia desde el tee. Diría que es la faceta en la que mejor estoy. Eso sí, disfruto un montón con los hierros cuando son golpes difíciles y en posiciones complicadas. Ahí es cuando saco esa faceta original y tienes que inventar cosas que no has entrenado. Los golpes de búnker también me encantan».
Al hablar de su estilo se considera claramente una jugadora agresiva: «Me encanta jugármela, ir a por todas. Tengo que irme frenando y aprendiendo cuando es bueno hacerlo y cuando no porque es verdad que también se me van muchos golpes por ahí». Entre risas, confiesa: «A veces me cuesta más un lay up que intentar llevarla a green, porque pienso que como encima falle el golpe de seguridad, entonces ya sí que la he liado».
Si algo echa de menos Blanca de su etapa universitaria es a ‘su’ Cata que ya ha comenzado su segundo año. «Ojalá me quedara otro curso de universidad para poder seguir con mi hermana. Hemos vivido un año espectacular y haciendo muchísimos planes. Le he dicho que intente disfrutar esta época todo lo posible que es algo que no va a volver a vivir nunca y que además se pasa muy rápido. Está jugando muy bien, los resultados llegarán», concluye la hermana mayor.
A la madrileña su arranque como profesional no le ha ido nada mal. Superó la primera fase de la escuela del LPGA y ya se está preparando para la segunda que se celebra en menos de un mes en Florida. Tras avanzar esa etapa inicial ya se asegura al menos una categoría, de momento por determinar, de la segunda división estadounidense, el Epson Tour: «Mi prioridad ahora es hacerme con la tarjeta del LPGA. Ojalá lo consiga».
El caso es que esta temporada coinciden en fechas en diciembre la fase final de las escuelas del circuito norteamericano con la del europeo. Si Blanca superara la segunda fase del LPGA se decantaría por jugar allí la fase final, si no intentará hacer lo propio en la del Ladies European Tour.
«Si me preguntas mi sueño como deportista te diría que jugar unos Juegos Olímpicos, bueno más bien ganar la medalla de oro». Por soñar que no sea. Quedan todavía cuatro años para Los Ángeles y Blanca ya está apuntando con la mirilla hacia la cita olímpica.
En el corto plazo la golfista quiere empezar a jugar con las mejores cuanto antes: «Ojalá ya el año que viene me pueda colar en algún Major, pero bueno paso a paso». Ambiciosa con sus objetivos tiene claro que ahora lo importante es ir día a día e intentar aprovechar cada oportunidad de jugar que le vaya saliendo.
Hay un detalle interesante. Blanca se considera deportista más que sencillamente golfista: «Soy deportista, me gustan muchos otros deportes, disfruto la adrenalina que me dan y la oportunidad de descubrir otras experiencias. Es verdad que el golf es un poco lo contrario, más calmado, pero me encanta correr, los deportes de raqueta. Primero soy deportista y después golfista».
Debuta esta semana junto a la también española Carla Tejedo. La de Castellón ha recibido una invitación que le permitirá estrenarse como profesional tras anunciar hace una semana que daba el salto después de cerrar su etapa universitaria en Louisiana. Dos amigas unidas en una oportunidad que sin duda van a recordar toda su carrera. Las primeras veces no se olvidan.
