Nuria Iturrioz (-8) es la líder en solitario del Andalucía Costa del Sol Open de España después de cerrar la segunda vuelta con un 70 y de rematar así una larga jornada de 27 hoyos, tras la suspensión del jueves por culpa del tremendo aguacero que barrió Guadalmina.
Poca cosa para la balear: “todavía podía estar ahí jugando, no me hubiera importado”, señalaba nada más finalizar el pequeño maratón. Y es que las situaciones atravesadas, difíciles, aquellas que se salen de lo normal, bien sea por abundancia de agua, truenos o relámpagos, o por un viento huracanado, o porque haya que pasar siete horas en el campo (como ha sido el caso), parecen enfocarla todavía más en su juego. Es como si los escenarios más complicados sacaran lo mejor de ella. Hay precedentes al respecto. Por ejemplo, aquella victoria suya en Marruecos, la primera que conseguía en el LET, bajo el agua. O esa primera ronda en el British de este año, cuando el viento sacó de quicio a la mayoría y ella marchaba como si nada por Royal Troon… Tiene raza la balear.
Nuria Iturrioz aprovecha la ocasión para ponerse líder en Guadalmina
Y eso que le ha costado un poco más interpretar la velocidad de los greenes (más rápidos en la segunda ronda, una vez que el rulo había hecho su trabajo en el paréntesis entre una vuelta y otra), porque de otro modo podríamos estar hablando de una líder aún más asentada y dominadora. Poco o nada, en todo caso, puede reprocharse la joven española, puesto que ha fallado muy poquitos golpes. El día que encuentre ese punto de consistencia, solidez o regularidad, como ustedes prefieran, Nuria puede convertirse semana tras semana en un verdadero dolor de cabeza para el resto de competidoras…
Cruzar los dedos y correr lo que se pueda para evitar un torneo a 54 hoyos
El torneo anda desordenado por culpa de la lluvia, es cierto, y este sábado aún habrá que dar carpetazo a la segunda vuelta, todavía incompleta, antes de avanzar lo que se pueda con la tercera mientras todo el mundo cruza los dedos para que el temporal que se espera el domingo no sea para tanto. Desordenado por culpa del tiempo, sí, pero apasionante. Para empezar, porque a tres golpes de la balear, también con los primeros 36 hoyos finiquitados, se ha colocado ya Emily Kristine Pedersen (-5), la número Uno de la Race to Costa del Sol pase lo que pase en esta última prueba del calendario, que además atraviesa por un momento excelso de forma. Entre ambas se ha colado de momento la escocesa Kelsey Macdonald con un acumulado de -6, pero todavía con once hoyos por jugar de la segunda ronda.
Azahara supera 75 minutos de ‘terror’ y se prepara para una remontada épica
Por su parte, otra de las grandes favoritas a priori, Azahara Muñoz (+2), se está quedando un poco retrasada. Hoy viernes tan solo ha podido jugar ocho hoyos y lo ha hecho con un parcial de PAR insuficiente para arrimarse a la zona alta de la tabla. La malagueña, a ojo de buen cubero, necesita mañana finalizar con un acumulado por debajo del par para dejarse alguna opción de remontada. Tiene que jugar, eso sí, los segundos nueve del recorrido de Guadalmina, donde se concentran tres de los pares 5.
Luna se mueve en Guadalmina como pez en el agua
Luna Sobrón, con un parcial sobre par en los nueve hoyos que le ha dado tiempo a jugar y un acumulado de -1 también está a tiempo de meterse ahí arriba, en la pomada. A ella también le quedan por jugar los tres pares 5 de los segundos nueve.
De momento, son quince las españolas que están dentro de un corte que ahora mismo se encuentra en +7, aunque muchas de ellas todavía tienen que acabar la segunda vuelta. Otras, sin embargo, si han confirmado ya su presencia en las dos últimas rondas (o lo que la lluvia permita disputar de ellas…). Se trata de Natalia Escuriola (+4), Camila Hedberg (+4) y María Parra (+5), además de Iturrioz, obviamente.
La primera jornada del Andalucía Costa del Sol Open de España, en fotos
Con Nuria en lo más alto, valga la ocasión para recordar a los indecisos que queden que Iturrioz se escribe así, con ‘zeta’ final. Desterremos por tanto y con el debido respeto al Iturrios, que también tenía su sentido y razón de ser (es una larga historia que va del País Vasco a Mallorca, pasando por Argentina): Iturrioz se escribe con ‘zeta’. Con zeta de raza.
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