Fátima Fernández Cano (-3) es una de las tres colíderes del Andalucía Costa del Sol Open de España una vez concluida la primera jornada. Las otras dos son la francesa Anne Lise Caudal y la belga Manon De Roey. La gallega, a pesar de los dos bogeys en los hoyos 5 y 10, se ha mostrado fundamentalmente muy sólida y ordenada, poderosa desde el tee y certera en el control de las distancias. Fátima es, de hecho, una pegadora potente con el driver en las manos. Cada temporada la hemos visto entre las mejores en la estadística de distancia del Symetra Tour, pero hoy tenía por delante una interesante prueba del algodón, saliendo a jugar junto a Carlota Ciganda, pues no hay que olvidar que la navarra lleva ocho años consecutivos (2014-2021) terminando entre las veinte pegadoras más largas del LPGA Tour.
No es que Fátima anduviera demasiado pendiente de este hecho, pues también hay tremendas bombarderas en el Symetra (las estadounidenses Sara White, Bailey Tardy o Janie Jackson, por ejemplo, todas por encima de las 280 yardas de media en 2021), con quienes ha compartido muchas rondas de competición, pero no dejaba de ser un sugestivo test. Pues bien, hay que señalar que la gallega de 26 años le ha ‘discutido’ la pegada a la navarra casi en cada hoyo. Es una parte del entrenamiento que Fernández Cano ha ido cuidando, con la sana intención de ganar distancia cada año. Como casi siempre en este tipo de situaciones, el trabajo de la jugadora en este aspecto ha ido por un lado puramente físico (gimnasio, vaya), pero también técnico (VER VIDEO).
Hay que señalar que Fátima Fernández Cano ha arrojado una media de cerca de 270 yardas de distancia en la temporada 2021 del Symetra Tour, registro bastante similar al de Carlota en el LPGA Tour. Pero más allá de la pegada, hoy ha quedado demostrado en Los Naranjos que las chicas del Symetra que van consiguiendo plaza en la primera división, el LPGA, vienen en efecto sobradamente preparadas.
