El flamante ganador de la última edición del Masters de Augusta, Sergio García, prepara para este jueves su estreno en la competición en 2018, en el SMBC Singapur Open. Pero antes ha concedido una amplia entrevista en El Correo donde repasa su espectacular temporada 2017, el buen momento que vive en golf español y, por supuesto, las ganas con las que afronta este año en el que se disputará su competición preferida: la Ryder Cup.
El golfista de Borriol puso fin el pasado mes de abril a una larguísima racha de 73 majors sin lograr un triunfo. Se enfundó la mítica Chaqueta Verde del Augusta National y, al mismo tiempo, se quitó un buen peso de encima: «Han sido muchos años de trabajo y esfuerzo y de ‘casis’. Pero cuando sucede eso ves que todo ha merecido la pena».
Aunque para Sergio, esta larga espera hasta conseguirlo no le ha quitado el sueño: «Tampoco diría obsesión. Lo comenté muchas veces antes de ganar Augusta, que si no ganaba ningún Grande, mi carrera, para mí en lo personal iba a seguir siendo igual de buena. Obviamente, después de ganar el Masters la mejora, sin ninguna duda».
Entrevista con Sergio García en Ten-Golf
El español, que ya tuvo sus más y sus menos con la afición estadounidense en la Ryder de Hazeltine, sí siente que este triunfo en Augusta le ha reconciliado con la gente: «En el público americano, que es donde más gente hay, siempre ha habido un grupito que, no sólo a mí, que a los europeos los ha tratado un poquito diferente, más duro, sobre todo en Ryder Cup y momentos de tensión de torneos en los que te los estás jugando con un americano. Y no cabe duda que ganar el Masters ablanda un poco esas sensaciones, y estoy encantadísimo».
Además, celebra que éxitos como el suyo sirvan para popularizar más el golf en España. Buena prueba de ello fue su recibimiento en el Santiago Bernabéu: «Tonto no soy y sé qué deportes mandan en España y desafortunadamente el golf no es uno de ellos. El golf es un deporte importante, pero no es el fútbol, no es el tenis, no es la Fórmula 1, no es el baloncesto. Lo del Bernabéu fue algo increíble, una sensación que nunca había tenido, que noventa mil personas estén coreando tu nombre fue algo muy especial. Y Valderrama estuvo muy bien».
Su triunfo en Augusta fue, sin duda, el momento cumbre del golf español en 2017, un año inolvidable: «Llevamos teniendo muchos buenos años de golf español, pero lo de 2017 ha sido increíble y lo único que deseo es que ayude a que el golf vuelva a coger fuerza en España, a que haya más abonados, que se vean más golfistas y en un futuro que ayude a que tengamos un par de torneos en España, que los merece».
Sergio se muestra encantado con la irrupción de Jon Rahm: «Tremendo. No hay que quitarle ningún mérito a todo lo que ha hecho. No es fácil. Yo he estado en esa situación y no es fácil. Sabíamos que era un buen jugador, pero hay que salir ahí y jugar bien, estar ahí, ser consistente como él ha sido, con muchos Top10 y Top5, con sus victorias».
El de Borriol, a este nuevo año, sólo le pide seguir mejorando y disfrutando de su profesión: «Seguir mejorando, seguir por la línea que vamos. Como comenté después de Augusta, notaba que tenía zonas de mi juego en las que podía mejorar, también en lo mental, y en eso estamos. Y tratando de disfrutar de lo que hacemos, que es lo más importante. Nunca he sido de ‘tengo que ganar cinco torneos, cuatro, ocho’, no».
Mi historia con Sergio García
Y por supuesto, volver a conquistar su competición favorita, la Ryder Cup, que se celebra en septiembre en París y donde él es todo un mito: «Nos excita muchísimo. Es algo muy especial, todo el mundo sabe cómo me siento cuando estamos en una. La de París será muy especial por volver a jugar en Europa e intentaremos estar a buen nivel para clasificarnos, estar en ese equipo y recuperar la copa».
Sergio espera contar al menos con dos compatriotas en el equipo europeo, Cabrera Bello y Rahm, pero no cierra la puerta a que haya alguno más: «Rafa está jugando muy bien. Esperemos que, por lo menos, tengamos esos tres y estaría bien que alguno de los jóvenes, Nacho Elvira, Otaegui, Pablo Larrazábal o cualquier otro pudiera conseguirlo. No es fácil porque sólo clasifican doce».
