Seguro que no es con el timing deseado, pero Jon Rahm ya ha tocado con los dedos la ansiada gran vuelta que, según afirmaba en el Masters, estaba muy cerca.
En Whisper Rock, exclusivo campo en Arizona, el jugador de Barrika ha firmado una gran ronda de 59 golpes tan solo 48 horas después de jugar la última y definitiva vuelta en Augusta National. Así lo ha contado en sus redes su compañero de equipo en LIV Golf y amigo, David Puig.
Por mucho que sea una vuelta de prácticas no se juega una vuelta de ese calibre si efectivamente no funcionan todas y cada una de las facetas del juego. No es la primera vez que el doble campeón de Major factura una vuelta tan baja en una jornada de entrenamientos, en 2021 ya contó que había jugado dichos guarismos en Silverleaf Golf Club en Scottsdale.
La vuelta pudo ser incluso aún mejor. Tras sellar una primera vuelta de 29 golpes con cinco birdies y un eagle, enganchó cinco birdies consecutivos entre el hoyo 10 y 14. Estaba a dos aciertos más de un 58. Sin embargo, en el tramo final ‘solo’ pudo sumar uno más en el 17. Se le resistió el par cinco del hoyo 18.
David Puig que jugó una gran vuelta de 65 golpes, asumía deportivamente su derrota por 6&5. Poco se puede hacer ante semejante festival de birdies.
Jornadas como esta seguro que le dan confianza a Rahm de cara a los próximos retos que tiene por delante, LIV Golf en México la semana que viene, en Corea del Sur la siguiente y, por supuesto, el PGA Championship a mediados del mes de mayo en Quail Hollow.
