Dándole más emoción de la prevista, Brooks Koepka (-15) ha logrado la victoria en el LIV Golf de Orlando. Es el segundo triunfo del golfista de West Palm Beach en la gira saudí, en la que ya ganó el evento final individual de la temporada pasada, en Jeddah. Un título que le permite llegar pleno de confianza y con la maquinaria engrasada al Masters de Augusta de la próxima semana, donde buscará el quinto major de su carrera profesional (conquistó el US Open en 2017 y 2018 y el PGA Championship en 2018 y 2019).
El potente jugador de Florida partía en la tercera y última ronda de este tercer evento del nuevo curso de la LIV Golf League con tres golpes de ventaja sobre Sebastián Muñoz (-14). Y aunque su comienzo de vuelta fue bueno, con tres birdies sin fallo en la primera mitad del campo, en el hoyo 10 vio cómo su ventaja había quedado reducida a un solo golpe por el arreón del golfista colombiano, único de sus perseguidores dispuesto a plantarle cara hasta el final.
Un birdie en el par cinco del 14, que coincidió con el primer error de Muñoz desde la arena, pareció acercar al estadounidense a la victoria. Más aún después de que en el par tres del 15 el colombiano no pudiera aprovechar el único bogey de Brooks en el día para recortar distancias. Sin embargo, el torneo entró en otra dimensión en el momento más inesperado, en el par cuatro del 16, cuando Sebastián había se había ido larguísimo en su golpe de aproximación con todo a favor, después de que Koepka tuviera que jugar un tiro bajo para evitar los árboles. El de Bogotá, desde el rough, embocó un chip espectacular que le volvió a situar a un solo golpe del líder con dos hoyos por jugar.
De nuevo los bunkers volvieron a cruzarse en el camino del colombiano en el 17. Ahí Koepka tuvo una ‘bola de partido, con un putt de un par de metros para sentenciar el torneo. Pero falló y llevó la emoción hasta la última bandera del Orange County National de Orlando. Ahí, a Sebastián le faltó precisión con los hierros para darse una mejor opción de birdie y determinación con el putter para buscar el desempate. Pareció pesar más en salvar un par que le daría a los Torque GC la victoria por equipos.
Así, Brooks volvió a coronarse en la LIV Golf League, convirtiéndose en el primer jugador en ganar dos torneos de la gira saudí. Un título que le reporta un premio en metálico de cuatro millones de dólares por la clasificación individual y le permite llegar al Augusta National con la confianza suficiente para buscar un resultado que le permita seguir jugando el Masters. Este año se acaba su última exención como ganador del PGA Championship de 2019 y necesita un top 10 para poder estar el año que viene en el torneo (salvo que LIV Golf empiece a sumar puntos del ranking mundial, que por el momento no parece).
Habrá que contar por tanto con Brooks entre los aspirantes a la Chaqueta Verde, sin olvidar a Patrick Reed (-12), cuarto en este LIV Golf Orlando en el que sólo le faltó un poquito de suerte para haberse enganchado al final a la pelea por la victoria, o a Dustin Johnson (-10), séptimo al final, con un golf algo desangelado en esta última ronda, pero que suele crecerse cuanto mayor es la competencia. Y la que se encontrará la semana que viene poco o nada tiene que ver con la de su día a día en LIV…
Para los españoles, un sabor agridulce. Agrio para Sergio García (+2), que finalizó 45º de 48 jugadores, su peor resultado desde que está en la gira saudí. Algo menos para Eugenio López Chacarra (-3), 36º al final después de una gran ronda final de 66 golpes. Y dulce, muy dulce, para David Puig (-66), 22º en la general individual, pero campeón por equipos junto a Sebastián Muñoz, Mito Pereira y Joaquín Niemann. Una clasificación en la que los Torque GC (-36) aventajaron en un solo golpe a los Smash GC (-35) de Koepka y en dos a los 4Aces GC (-34) de DJ.
