Lizette Salas se marchó ayer a la cama con una amplia sonrisa en los labios. El plan fue perfecto. Liderato en el Meijer LPGA Classic, cena con su padre y película antes de acostarse. La joven norteamericana tenía motivos más que sobrados para estar encantada. Mira la clasificación y sonríe, le gusta lo que ve, y no sólo por estar la primera de todas en la clasificación.
Salas manda con autoridad en el recorrido Blythefield de Grand Rapids, en Michigan, y la canción que oye le recuerda a triunfo. Tiene cuatro golpes de ventaja sobre Kim Tamulis y Lexi Thompson. Curiosamente, su única victoria en el LPGA Tour hasta el momento llegó el año pasado en el Kingsmill Championship, venciendo con cuatro golpes de ventaja sobre Lexi Thompson. La posición de privilegio no puede ser de más privilegio.
Salas, la primera miembro de su familia directa que obtuvo un título universitario, decidió tras fallar el corte en el ANA Inspiration, primer major de la temporada, dar un giro a su preparación. Necesitaba algo nuevo. Mantuvo a su mismo equipo de trabajo, pero entrenaron en una nueva dirección. Acierto. «Mi juego ha ido mejorando de nuevo poco a poco y ahora me encuentro en un gran momento. Mi caddie y mi entrenador han hecho un gran trabajo y han tenido mucha paciencia conmigo», destacaba ayer la alumna de Southern California, compañera de Belén Mozo.
Precisamente, Mozo hizo ayer 70 golpes y se encuentra con un total de -2, puesto 54º. La gaditana saldrá a jugar hoy a las 08.40 hora local y después iniciará un viaje relámpago para intentar llegar a tiempo a la previa del British Open, que se disputa este lunes en el The Irvine Golf Club de Escocia. Azahara Muñoz (-5) aún tiene opciones de cazar un valioso top ten antes también de volar a Europa para jugar el British, mientras que Bea Recari, que igualmente cruzará el charco para afrontar el cuarto major de la temporada, hizo 72 golpes y se encuentra con un resultado total de PAR.
