Segunda jornada del ISPS Handa World Invitational en Irlanda del Norte con noticias discretas para nuestra Armada femenina. Sólo Nuria Iturrioz (-1) queda en pie. La balear es la única que ha pasado el corte después de 36 hoyos. Ha firmado una vuelta de 72 golpes en el recorrido Massareenne. Por contra, día muy duro en la oficina para Carmen Alonso, nuestra mejor exponente el jueves. Una tarjeta de 80 golpes la ha dejado sin opciones de jugar el fin de semana.
Iturrioz tendrá dos días más por delante para tratar de acercarse a la cabeza, aunque realmente necesita algo muy especial este sábado para dejarse alguna opción de victoria el domingo. El liderato es para la sorprendente norteamericana Amanda Doherty (-11). Hoy ha hecho 67 golpes en el Massareenne y, de momento, aguanta al frente de la clasificación. Viendo lo que tiene detrás, parece difícil imaginar que sea ella la que el domingo levante el título, pero tampoco hay que descartar que sea precisamente esta semana donde la golfista rookie del LPGA rompa el cascarón.
A un golpe de Doherty se encuentra Emily Pedersen (-10), golfista poderosa donde las haya. La danesa juega a otra cosa. Pega tiros que están fuera de catálogo en el golf femenino, pero le cuesta un mundo mantener la la frustración a raya durante los 18 hoyos. Es su lastre. El día que lo consiga estará luchando por todo con las mejores. No muchas tienen su drive y, sobre todo, hay pocas que peguen los hierros con la calidad, altura y determinación de ella.
Empatada con Pedersen está Lauren Coughlin (-10) y al acecho hay un ramillete de jugadoras que sí pueden y deben ser un factor en los 36 hoyos que restan. Hablamos de Georgia Hall (-8), Leona Maguire (-8), Linn Grant (-6) y Maja Stark (-6). Es inevitable al ver todos estos nombres juntos no pensar en clave Solheim. Queda más de un año para que llegue el gran torneo en Finca Cortesín, pero es inevitable que a Suzann Pettersen, la capitana europea, le salga una sonrisilla malévola al ver el rendimiento de sus chicas.
Cierto es que no se trata del mejor torneo del año, no están las golfistas más potentes de Estados Unidos, ni las asiáticas, pero marcar territorio y lograr victorias es el mejor camino para llegar a la Solheim con los bolsillos de la confianza repletos. Veremos qué sucede el fin de semana, pero se presenta apasionante.
