El Pinnacle Country Club retumbaba al paso de Azahara Muñoz. Un birdie, y otro más, un tercero y hasta un cuarto. Cuatro birdies en los últimos siete hoyos, tres de ellos consecutivos en el 15, 16 y 17 pusieron el campo patas arriba en la jornada final del NW Walmart Arkansas Championship.
Azahara apareció de la nada y se colocó líder en la casa club con una vuelta final espléndida de 66 golpes. Daba la sensación de que no sería suficiente para ganar, pero los astros empezaron a alinearse. Stacy Lewis, que venía mandando con mano de hierro, de repente vaciló y las puertas del triunfo se abrieron de par en par.
Lewis falló un putt corto en el hoyo 18 y metió en la ecuación a las que habían terminado en -12, Azahara Muñoz entre ellas. En aquel momento, Na Yeon Choi, con tres hoyos por acabar también marchaba -12. Todo podía ocurrir. El desempate no era ninguna idea descabellada.
Sin embargo, el hierro 8 de Choi se encargó de echar por tierra el sueño de todas. Actuó como los puños de Mohamed Ali. Dos directos a la mandíbula y el torneo a su bolsillo. En el 16 embocó para eagle desde la calle y en el hoyo 17 (par 3) la dejó dada para birdie. Los dos golpes fueron ejecutados con el hierro 8. «¿Mi palo favorito? Está claro, no creen…», señaló tras levantar el trofeo.
Pese a que finalmente no hubo victoria, hay que destacar el gran torneo de Azahara Muñoz. La jugadora malagueña ha vuelto a meterse en la pelea por una victoria, algo que venía buscando con ansia desde que se lesionó la mano y tuvo que pasar por el quirófano. La malagueña está de vuelta. Ya hacía tiempo que venía jugando bien, pero necesitaba un resultado así para reforzar su confianza. Llega el tramo más importante de la temporada y Azahara llega en una situación perfecta, sumando su mejor resultado en el LPGA Tour desde el segundo puesto en la Founders Cup en marzo de 2014.
