Brooke Henderson aseguraba antes de la última ronda que ya había ido a la fuente las veces suficientes como para romper el cántaro. Que ya estaba preparada. Que confiaba en poder demostrarlo en la última jornada del Cambia Portland Classic. Pues bien, la joven canadiense de 17 años no rompió el cántaro, simplemente lo hizo añicos. Lo dejó irreconocible. Victoria abrumadora de Henderson, con récord del torneo incluido y ventaja de ocho golpes sobre su más inmediata perseguidora. Si hay que romper un cántaro, Brooke encontró la mejor manera.
Henderson se permitió el lujo incluso de hacer bogey en el último hoyo. Así marchaba de sobrada. Hace tiempo que viene avisando seriamente de sus capacidades, de su potencial. Está llamada a pelear por todo y contra todas. Es la Lexi Thompson de Canadá. Una de esas niñas prodigio que se mueven con soltura por las altas esferas. Otro talento para la generación fabulosa de Lydia Ko.
Otra generación fabulosa es la española de Azahara Muñoz y ayer se volvió a demostrar. La malagueña sumó un nuevo top ten en su carrera. Acabó quinta, a un golpe del segundo puesto y tras entregar una última tarjeta de 69 golpes. Vuelve a merodear con mucha insistencia la victoria y raro será que pase el año 2015 sin que la veamos un domingo peleando por el triunfo. Persigue y merece su segunda victoria individual en el LPGA Tour.
De la generación de Azahara, aunque algo más pequeña es Carlota Ciganda. La navarra se cruzó el mapa el pasado lunes con una misión. Quiere meterse por derecho propio en la Solheim Cup. Y quiere lograrlo de la mejor manera que sabe: haciendo birdies. Ayer firmó la tercera mejor vuelta del día (67 golpes) con nada menos que ocho birdies. Subió casi treinta posiciones y acabó en el top 20. Mensaje para Carin Koch: «estoy preparada para la batalla». La capitana de Europa de la Solheim lo sabe y Carlota estará en Alemania la tercera semana de septiembre para pelear contra Estados Unidos. Ya veremos si por derecho propio o como elección. Pero estará.
