La joven neocelandesa gana el torneo y el bonus del millón de dólares
Lydia Ko (-10) ha ganado el CME Group Tour Championship, la Final del LPGA Tour, y de paso la Race to CME Globe, competición anual por puntos que se estrenaba este año en el circuito americano femenino. En total, un millón y medio de dólares al zurrón de la jovencísima neozelandesa…
Ko se ha hecho con el triunfo tras derrotar en cuatro hoyos de desempate de infarto a Carlota Ciganda y a la paraguaya Julieta Granada, aunque era la española la única que llegaba hasta el final, quedando fuera de juego la sudamericana en el segundo hoyo de play off. Pero tampoco podemos olvidar que antes, en la última y definitiva ronda del torneo, Lydia Ko se aupaba al coliderato entregando la mejor tarjeta del día (68 golpes).
Después, en la hora de la verdad, cantaba victoria en el Tiburon Golf Club (Naples, Florida) siendo fiel a su estilo: sin fallar un solo golpe. Una auténtica maza. De hecho, de las cinco veces seguidas que jugaba el hoyo 18 (el hoyo 72 del torneo y los cuatro de desempate), en cuatro de ellas dejaba la bola en el mismo metro cuadrado del green. Una verdadera locura si tenemos en cuenta que ella pegaba un híbrido de segundo tiro desde la calle. Ko no se deja llevar por la inconsciencia que se le supone a su edad (17 años tiene la muchacha). Antes bien, muestra un equilibrio y una fe en su hoja de ruta inquebrantables.
Carlota cada vez está más cerca del triunfo en Estados Unidos. Esta semana es la mejor prueba de ello. Hoy, además, en dos ocasiones ha tocado realmente el trofeo con la punta de los dedos. Primero en el hoyo 17 de la última ronda, par, 5, donde se jugaba una portentosa madera de segundo tiro a green y, tras un buen primer putt desde el borde, erraba el segundo desde algo más de medio metro (unos setenta centímetros, aproximadamente). Después, en el tercer hoyo de desempate, en el que pegaba al fin un hierrazo a la bandera y se dejaba una excelente opción de metro y medio… No embocó y en el siguiente intento, pegando de nuevo un hierro desde la calle, su bola se cerraba en exceso e iba a parar a una moña, delante del agua e injugable. Después de dropar necesitaba embocar el chip y no fue posible.
Se completaba así una áspera jornada para el golf español tras el tropiezo de Rafa Cabrera por la mañana en Dubai y el maratoniano esfuerzo de Carlota Ciganda sin la recompensa final del triunfo, pero este deporte (y todos, en realidad) también te ofrece otro enfoque de la realidad: ellos, Rafa y Carlota, al menos estuvieron disputando la victoria con los mejores hasta el último suspiro.
