Brooke Henderson tiene 17 años, pero no lo parece. Esta joven canadiense lleva ya mucho tiempo codeándose con la élite, aunque todavía no se ha ganado un hueco fijo en el LPGA Tour. Poco le falta. Esta semana se clasificó para el Cambia Portland Classic mediante la previa del lunes y después de dos jornadas lidera el torneo en solitario.
Así, a bote pronto, la historia podría merecer el adjetivo de extraordinaria, pero la realidad es que no es la primera ni la segunda vez que lo hace Brooke. Es más, para ella, este fin de semana no es ningún premio y mucho menos va a montar una fiesta por estar la primera, más bien lo afronta como un examen final. Es la tercera vez que está al mando de un torneo del circuito americano antes del fin de semana y lo único que desea ahora es ganar. Las dos veces anteriores acabó tercera y decimotercera. Esta vez no le vale ni siquiera ser segunda.
«Creo que he aprendido mucho de las dos veces anteriores y ahora lo quiero poner en práctica. Quiero ganar. Es mi mayor deseo y creo que sé cómo puede hacerlo. Me voy a centrar únicamente en mi juego, en el hoyo a hoyo y en el golpe a golpe», detalla la joven canadiense. Estamos de acuerdo en que la fórmula es muy antigua, pero hasta que no se demuestre lo contrario sigue siendo la más efectiva.
Henderson tiene un golpe de ventaja sobre otro joven valor que está apretando para jugar la Solheim Cup en su casa en menos de un mes. Se trata de Caroline Masson. A dos impactos están Candie Kung, veteranía al poder, Jenny Shin y Julieta Granada.
En cuanto a las españolas, mucho que contar de la segunda ronda. Por ejemplo, Azahara Muñoz se mantiene arriba, a una distancia prudencial del liderato. Ayer hizo 70 golpes y está con seis bajo par, a cinco golpes de la cabeza. La malagueña vivió una jornada absolutamente opuesta al jueves. Fue como el doctor Jeckyl y Mr. Hyde. Si el jueves fue una máquina de precisión de juego largo, con 17 greenes cogidos, el viernes sacó a relucir su juego corto. Cazó ocho greenes y tiró 24 putts para jugar de nuevo bajo par. Si algo está claro es que Azahara tiene muchos recursos.
Beatriz Recari remontó con una tarjeta de 69 golpes para meterse en el corte y situarse con dos bajo par. La navarra, que no firma un top ten desde el pasado mes de febrero necesita darse una alegría. Mientras, Carlota Ciganda sacó toda la garra que lleva dentro para pasar el corte y mandar un mensaje a la capitana de la Solheim Cup. La de Ulzama quiere meterse por derecho propio en el equipo de Europa y hará lo que haga falta. Ayer firmó un birdie en el hoyo 18 para jugar el fin de semana. El par la dejaba fuera. Su lucha ha obtenido un primer premio. Tendrá dos rondas más para sumar, mientras que Catriona Matthew, su rival por el cuarto puesto en la Lista del Ranking Mundial de la Solheim, se retiró. Campo abierto para Carlota.
Belén Mozo vivió la historia exactamente contraria. La gaditana cometió bogey en su último hoyo para fallar el corte. Una lástima. María Hernández también se quedó fuera del torneo.
