– Jessica Korda resistió como una jabata al ataque de una jauría de lobas liderada por Lydia Ko. Domingo en Malasia. Última jornada del Sime Darby Malaysia LPGA. Korda sabía que no podía levantar el pie del acelerador si quería llevarse el triunfo en Kuala Lumpur y así lo hizo. Vuelta de 65 golpes para acabar. La segunda mejor del día y victoria con cuatro golpes de ventaja sobre Ko, Shanshan Feng y Stacy Lewis. Casi nada. Lo que empezó como una oda al ojo rasgado terminó con la resurrección de una jugadora que no estaba viviendo su mejor temporada.
– Korda acabó segunda el primer torneo de la temporada y desde entonces no había sumado ningún top ten, había fallado ocho cortes en 18 torneos y se había quedado fuera de la Solheim Cup. Año gris tirando a gris marengo. Pero la paciencia es, una vez más, la madre de la ciencia en el golf. El que espera y no desespera, acaba cobrando. Así es este deporte. Y Korda es sólo un ejemplo más. Se tomó tres semanas de asueto tras el Evian Championship y le han sentado de maravilla.
– Espléndido final de torneo para Azahara Muñoz. La jugadora de San Pedro de Alcántara terminó con una vuelta de 67 golpes y subió en la clasificación hasta el puesto 18º. Un buen bocado en la Race to CME Globe. Pudo ser mayor el mordisco, ya que el juego de Azahara fue excepcional. Cogió doce calles y 18 greenes, cuatro birdies y ningún bogey. Difícil así sumar más de lo debido en tu tarjeta. Si hubiera caído algún putt más, seguramente se habría acercado al top ten.
– Buen final también para Carlota Ciganda. La navarra firmó la mejor vuelta de la semana con 69 golpes. Un buen sabor de boca para coger fuerzas en esta gira final del LPGA Tour por Asia. Su tarjeta fue nuevamente irregular. Hizo tres birdies y un eagle, pero cometió un bogey y un doble bogey. Aún así, no se cansa de demostrar jornada a jornada que el día que minimice errores, estará para ganar. Así de simple. Y así de complejo.
– Suzann Pettersen se ha rehecho el fin de semana tras un comienzo de torneo horrible. Arrancó con dos vueltas de 77 golpes. Al menos, de marcha de Malasia con un buen sabor de boca. Era su primer torneo tras la polémica de la Solheim Cup, que algo de factura sí le dejó.
