Hyo Joo Kim conquista el Evian Championship tras un mano a mano espectacular con Karrie Webb
Una niña de 19 años y un maravilloso putt de cuatro metros para birdie en el hoyo 18 han convertido en papel mojado la preciosa historia de Karrie Webb en el Evian Championship. Las crónicas sobre el antológico logro de la australiana se estaban rematando cuando todo saltó por los aires. La gloria es para Kim, cuya historia no es menos emocionante. Ha sido una burla al Olimpo.
Todo estaba preparado para la coronación de Webb. La fantástica golfista nacida en Queensland había conseguido dar la vuelta al torneo en los últimos nueve hoyos, donde se cocina el bacalao, donde sale a relucir la experiencia, donde los siete majors que luce en el pecho pesan. Cinco birdies entre los hoyos 9 y 15, más dos bogeys de Kim en el 14 y 16, y liderato para Webb. Hubo algún intento de rebelión por detrás, algunos muy serios, como los de Na Yeon Choi y Ha Na Kang, pero el desenlace del Evian sería finalmente cosa de dos.
Precisamente en el hoyo 16, donde Kim hizo bogey tripateando (a punto estuvo de irse al agua en su primer putt por culpa de los diabólicos greenes del Evian) pareció atisbarse por primera vez en toda la semana que, efectivamente, la jovencita coreana estaba disputando el primer grande de su vida. Cedía un liderato que no había soltado desde esa fantástica vuelta inicial de 61 golpes.
Webb tomaba el mando y se empezaban a ultimar los detalles de la ceremonia. Parecía que el Evian era suyo. Era su definitiva entrada en el Olimpo. Suponía su octavo grande, el sexto diferente, un mágico súper grand slam que difícilmente alguien conseguirá nunca en la historia. Como cualquier ceremonia con el Olimpio de por medio que se precie, hasta teníamos el sacrificio de una inocente, por supuesto Hyo Joo Kim.
Sin embargo, la coreana no había dicho su última palabra. Salvó un magnífico par en el hoyo 17 para mantenerse a un golpe de Webb. El 18 dictaría sentencia. Qué mejor escenario. El hoyo más difícil del día, que hoy sólo había concedido cinco birdies. Kim pegó un golpazo y se dejó una muy buena opción de birdie de cuatro metros. Respondió Webb con otro buen tiro, dejándose un putt de birdie de unos siete metros. Aquí el torneo saltó por los aires…
Webb fue una víctima más de la remodelación llevada a cabo en los greenes del Evian y que cuenta con más de una detractora. Se le fue un poco la mano, no mucho, no tanto como pareció, pero su bola se pasó más de tres metros. Situación de match play. Podía ocurrir de todo: victoria de Webb, desempate o victoria de Kim. Y esto último fue lo que ocurrió. La asiática metió su putt de birdie por todo el centro y Webb falló el suyo de par. Volteo a una historia que ya estaba prácticamente escrita y burla al Olimpo.
Kim ni se inmutó, ni sonrió, ni siquiera arqueó una ceja. No levantó los brazos, ni la mano, ni se abrazó con su caddie. Como si llevara toda la vida jugando grandes… y ganándolos. Era una mezcla de frialdad coreana y respeto hacia Webb, una de las mejores jugadoras de la historia que se acababa de llevar un soberano mazazo. Cuando Kim iba rumbo a firmar su tarjeta levantó una mano y realizó la señal de la victoria a petición de los fotógrafos. Única concesión a la galería de una jugadora que hoy ha comenzado su propio camino hacia el Olimpo.
En cuanto a la Armada, Azahara Muñoz sumó un nuevo top 25 en un major al terminar con una vuelta de par para un total de +1. Beatriz Recari (+5) jugó hoy bajo par para remontar casi veinte posiciones y meterse en el top 40.
