Yani Tseng va camino de destrozar todos los récords históricos del golf femenino. Es insaciable. Una máquina de ganar. Una apisonadora…
Tal es su dominio que las comparaciones con Tiger Woods están a la orden del día. Sin ir más lejos, ha conquistado su decimoquinto título en el Circuito Americano a una edad más temprana que el propio Tiger. ¿Y cómo encaja la taiwanesa estas comparaciones? Pues lo lleva de maravilla.
“Para mí es un honor que me comparen con Tiger, es un grandísimo honor. Me hace muy feliz que los medios me sitúen en ese lugar. Lo único que significa es que tengo que trabajar más y mejorar y estar más concentrada para seguir adelante”, aseguraba ayer minutos después de ganar el Kia Classic. Tseng no rehúye el duelo. Al revés, le pone. Ayer mismo lanzaba un guiño al californiano:
“Está de vuelta, me alegro mucho de que haya vuelto a ganar por él y me agrada mucho verle jugar bien de nuevo”, afirma.
Sin embargo, en la relación Tiger-Tseng (misma inicial y mismo número de letras) hay todavía alguna laguna que conviene solucionar. La Número 1 del mundo reconocía ayer que jamás se había encontrado con Tiger y que le encantaría conocerlo. “No conozco a Tiger. Me encantaría. He oído que Suzann Pettersen practica con él y algunas otras jugadoras del Tour. Ya les dije, puedes llevarme la próxima vez que jugues con él. Me encantaría conocerlo, quizás en el futuro”, afirma.
La humildad es una de las características principales de esta extraordinaria jugadora. Por eso, cuando se le pregunta si cree que intimida a sus rivales, tal y como el propio Tiger ha hecho durante muchos años, prácticamente se ruboriza. “No sé si intimido a mis rivales, no sé lo que piensan, pero yo sigo siendo la misma de siempre. No he cambiado. No sé si me ven diferente, pero yo a ellas, desde luego, las veo de la misma manera”, apunta.
Por último, sus dos próximos grandes objetivos son el Kraft Nabisco, primer grande de la temporada que se disputa esta semana, e ingresar cuanto antes en el Salón de la Fama, algo que tiene realmente cerca. “Me siento muy bien, con confianza, a gusto y con ganas de empezar el primer Grande. El año pasado estuve muy cerca de ganar y no lo conseguí, pero no me lamento, ya que me sirvió para aprender cosas que hoy en día no tendría en cuenta si hubiera ganado entonces. Me encanta el campo y creo que se ajusta perfectamente a mi juego. No puedo esperar para empezar”, aseguró. En cuanto al Hall of Fame, no oculta que es su gran sueño de siempre. “No llevo las cuentas del Salón de la Fama (necesita 27 puntos y tiene 23, según un baremo del LPGA Tour que se establece en función de los resultados obtenidos por la jugadora). Sólo lo veo de vez en cuando en los medios y sé que estoy cerca. Tengo la opción de ingresar muy joven en este selecto club y lo que me hace pensar es que me estoy haciendo mayor… Ya en serio, es mi sueño desde que era pequeña. Mi mayor sueño. Así que lo tengo ahí en la cabeza y trataré de ganar cada torneo para conseguirlo”.
