María Parra (+1) lo ha intentado con todas sus fuerzas. No se le puede poner un pero a su actitud. Ni siquiera con el primer bogey de la jornada en el hoyo 5 pensó ni por un momento tirar la toalla. Quería pasar el corte en el Thornberry Creek LPGA Classic que se disputa en Wisconsin y ha puesto todo su empeño en conseguirlo.
Sabe que esta temporada es para coger experiencia, para aprender de todas y cada una de las situaciones y en ello está. No significa que no vaya a luchar por salvar la tarjeta, ni mucho menos, pero lo que tampoco quiere decir es que si los días se tuercen, tirar la toalla sea una opción.
Tras el bogey inicial, María se ha rehecho con un parcial de tres bajo par en los últimos diez hoyos. Da la sensación de que cuando ya está todo perdido da rienda suelta a su mejor golf. Debe ir quitándose esa presión lógica que atenaza a las novatas y que le impide mostrar siempre su mejor versión. El golf lo tiene y los birdies también. No hay más que ver ese final con cinco birdies y dos bogeys para un total de 70 golpes.
Finalmente, ha quedado lejos del corte, pero al menos se ha dado la satisfacción de jugar bajo par, ganarle al campo y demostrarse alguna que otra cosa para los próximos torneos que afronte.
El liderato provisional en el torneo, solitario y destacado, es para la australiana Katherine Kirk con -13.
