Inicio Grandes Circuitos LPGA Tour Belén cuenta todo lo que pasó en Auckland (y es mucha tela)

Belén cuenta todo lo que pasó en Auckland (y es mucha tela)

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Belén Mozo, durante el New Zealand Open en Auckland. © NZOpen
Belén Mozo, durante el New Zealand Open en Auckland. © NZOpen

Empezó como un sueño, se convirtió en pesadilla y acabó con final feliz… al menos a medias. Belén Mozo no va a olvidar jamás lo que vivió la semana pasada en Nueva Zelanda. La gaditana atiende a Tengolf desde el aeropuerto de París, donde tras más de 24 horas de viaje desde Auckland, con escala en Dubai, espera un avión a Biarritz. El jueves arranca el Lacoste Ladies Open de Francia en Chantaco. Hay tiempo para escuchar un relato que no tiene desperdicio…

Nos situamos en el domingo por la mañana en Auckland, en el recorrido Windross GC. Se juega la última ronda del McKayson New Zealand Open, último torneo de la temporada regular del LPGA Tour. Belén Mozo ocupa la primera posición y hace un tiempo de perros. Se retrasa el inicio de la última jornada porque el campo está inundado. El tiempo es infernal. Llueve mucho y sopla un viento que por momentos supera los cien kilómetros por hora. “Yo estuve toda la semana muy desconectada de todo, estaba jugando muy bien y me llegaban muchísimos mensajes de apoyo. Es increíble y lo aprecio un montón, pero me quise mantener al margen para no crearme aún más ansiedad. Estaba concentrada en el torneo, convencida de que se iban a jugar cuatro rondas, pero el domingo fue muy duro”, cuenta Belén.

Como el juego estaba suspendido, todas las golfistas estaban metidas en la casa club. El panorama en el cielo era dantesco, así que muchas se fueron acercando a Belén para darle la enhorabuena. “Bueno, el torneo ya es de Belén, así no se puede jugar, te doy ya la enhorabuena por si no te veo luego…” y cosas de este estilo le fueron diciendo a la española sus compañeras. Nadie quería salir a jugar. “Yo quería salir, quería jugar, quería guerrerar y tenía en mi cabeza hacer menos siete y si después me gana alguien, pues se le felicita y ya está. Claro que también habría estado bien que se suspendiera y me dieran el trofeo sin jugar, pero no pensaba en eso y creo que se me habría quedado una espinita. Yo quería jugar la cuarta ronda, no que me regalaran nada”, explica para evitar malos entendidos.

Eso sí, el domingo no estaba la situación para jugar al golf. Ninguna jugadora quería salir al campo y el patrocinador confesó que prefería que el torneo se acabara el domingo a tres rondas, entre otras cosas porque fueron ellos los que tuvieron que afrontar el pago de todos los cambios de billetes de avión de las jugadoras y los caddies, se hicieron cargo también de las noches de hotel extra y los voluntarios tuvieron que ir un día más. Todo eso unido al deslucido final un lunes sin público. Entonces, ¿qué ocurrió? ¿Quién tomó la decisión de que salieran a jugar el domingo y de que se acabara el lunes?

“Fue todo muy raro. Desde el jueves dijo una de las responsables de torneos del LPGA que el torneo se iba a jugar a 72 hoyos como fuera y el domingo salimos a jugar aunque el meteorólogo del campo decía que no nos sacaran. Cómo podía decir eso el jueves sin saber lo que iba a pasar. Estaba peligroso, como se vio en el vídeo. Era el hoyo 7, yo estaba pateando y de repente escuché un ruido muy fuerte… Es una zona donde hay muchos helicópteros de turismo y pensé que se había caído uno al suelo. Fue increíble. Los carteles del publicidad salieron volando, no nos dieron de milagro y mi caddie ‘Chapas’ (Carlos López) estuvo a punto de cortarse de gravedad en el cuello con el paraguas. Después de eso, que nos habían sacado al campo y vuelto a meter en la casa club ¡¡¡tres veces!!!, llega un árbitro y nos dice que nos quedemos en posición. Ahí es donde me pongo a gritar porque no entiendo nada. Fue un momento de mucha frustración. Fue cuando me hice famosa por la televisión, cuando le dije al árbitro que tratan a las jugadoras como borregos y que hacen lo que les da la gana sin tener en cuenta nuestra opinión. Mi enfado no era por jugar cuatro días porque estaba preparada para ello y lo prefería, sino por el hecho de sacarnos a jugar hasta tres veces el domingo sin calentar, sin preparación, sin poder mantener la concentración… La segunda vez que salí a jugar yo estaba tiritando de frío, por la temperatura y seguramente también por la ansiedad del momento. Debían haber cancelado desde el principio la jornada del domingo y salir a jugar el lunes. Nadie entendió nada. No supieron tomar las decisiones adecuadas con lo que estaba pasando”, relata con detalle Belén.

La situación fue kakfiana y estrambótica. De hecho, la golfista de El Puerto de Santa María, que no suele ser precisamente beligerante en el Tour, recibió el apoyo unánime de sus compañeras tanto en el campo como en las redes sociales. Hasta el punto de que la propia Belén ha mandado una carta a los dirigentes del LPGA para pedir explicaciones. Algunas voces piensan que el Tour tomó la decisión de jugar cuatro días y acabar el lunes por las críticas recibidas tras reducir a tres el Evian Championship, quinto y último Major de la temporada. “No sé cuál es la razón, pero todo ha sido muy gris y acabé llorando de impotencia. El domingo no pude dormir. Me dijeron que era porque había muchas jugadoras jugándose la tarjeta y que les querían dar la oportunidad de jugar los cuatro días…”, como si la que iba líder, que era Belén, no estuviera en esa situación.

Los dirigentes del LPGA, según ha podido saber Tengolf, van a estudiar con detenimiento lo que ha pasado en Nueva Zelanda este fin de semana y van a tomar decisión. Los árbitros que estaban en Auckland, desde luego, no han quedado en muy buen lugar. Para terminar de rizar el rizo de lo inexplicable, Belén nos cuenta la última, su hoyo en uno. “Lo hice en el hoyo del coche, en horario de máxima audiencia, yendo líder del torneo… Vamos, que más repercusión no pudo tener la marca. Pues bien, después de hacerlo me dijeron que el coche era sólo si el hoyo en uno se hacía el fin de semana (lo hizo el viernes). Le contesté que dónde venía eso porque yo no lo había leído y me dijeron que les había pasado escribirlo…”. Impropio de un circuito como el LPGA. Belén también ha mandado una carta de protesta al Tour y le han prometido estudiarlo y darle un respuesta en los próximos días.

Sin embargo, y a pesar de la pesadilla, como decimos, el torneo tuvo al menos un final feliz para Belén. Un birdie en el hoyo 18 le permitió acabar quinta y finalizar en el puesto 104 de la lista de ganancias, lo que prácticamente le asegura jugar el calendario completo la próxima temporada. Ese birdie en el 18 también tiene su historia. “Era un par 5 y se estaba jugando como el más difícil del día. Yo venía de hacer dos bogeys por dos tripateos y sentía que se me estaba escapando todo lo que había hecho los tres días anteriores. Así, antes de pegar en el tee de salida le dije a mi caddie: “aquí hago birdie como sea”, cuenta Belén. Y añade: “pegué un drive muy bueno, una gran madera 3 y un hierro 7 a 104 metros de la bandera. Había mucho viento en contra y la plataforma donde estaba el hoyo apenas tenía siete pasos. La dejé a cuatro metros y metí el putt. Grité un ¡¡¡¡vaaaaamos!!! que se escuchó en España y mi caddie se giró y me dijo: qué bien puestos los tienes”, explica. Celebró Belén más su putt de birdie que Brooke Henderson el suyo para ganar el torneo. “Era mi victoria, suponía mucho y sobre todo poner un buen broche, un regusto dulce a una semana que había tenido de todo”, apunta.

Belén asegura que ha sacado muchas cosas positivas de esta semana. Ha trabajado un par de días en el último mes con el español Jorge Parada y los resultados son muy satisfactorios. “Estoy muy contenta. Prácticamente llevaba dos años sin poder pegar al drive hasta que lo vi a él y ahora diría que tengo el swing mejor que nunca. La evolución ha sido increíble. Me gusta lo que me ha dicho y cómo me lo ha dicho. Me ha enseñado mucho y yo me he dejado las manos trabajando. Esta semana en Nueva Zelanda, pese a todo, me he demostrado muchas cosas, tanto en los malos momentos como en los buenos, he aprendido muchísimo y me va a venir muy bien para el futuro”, señala.

Belén jugará ahora en Francia y los últimos torneos del Ladies European Tour. “Es un circuito muy divertido”, asegura. Después, tiene que decidir si juega la Final de la Escuela del LPGA. “Si la saco tendría la tarjeta completa, aunque realmente la situación apenas cambiaría. Tengo que decidir si juego, más que nada por mantener el ritmo de competición ahora que me veo bien”, explica.

Que suenen mucho más ¡¡vamos!! de Belén en los hoyos 18 los domingos…

1 COMENTARIO

  1. Ya sin entrar en todo lo demás, lo del coche es vergonzoso, tanto por parte del tour como del patrocinador si estaba al tanto… que imagen de tour tan pobre.

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