Cuando Michelle Wie regresó al LPGA Tour tras dar a luz a su primera hija, Makenna, en 2020, dejó claro que esperaba enseñar a su hija lo que significaba ser una madre trabajadora en el Tour. Pero cada circunstancia familiar es única. Mientras que el LPGA Tour, a través de su asociación con el Smuckers LPGA Child Development Center, ofrece a las madres todas las oportunidades para equilibrar el trabajo con la maternidad, otras eligen alejarse para criar a sus hijos.
Wie parece haber elegido esta última opción. En una historia desvelada por Beth Ann Nichols en GolfWeek, Wie, de 32 años, ha dicho que se alejará del juego después del U.S. Women’s Open, que tendrá lugar del 2 al 5 de junio en Pine Needles Resort and Lodge en Southern Pines, Carolina del Norte, a un paso de Pinehurst No.2 donde Wie West ganó el mismo campeonato en 2014.
Wie West le dijo a Nichols: «Creo que si no hubiera ganado el Abierto de Estados Unidos todavía estaría compitiendo semana a semana tratando de conseguir esa victoria en el Abierto de Estados Unidos».
Ese campeonato de 2014 ha sido el único Grande de Wie y una de sus cinco victorias en el LPGA Tour, dos de las cuales llegaron mientras era estudiante a tiempo completo en la Universidad de Stanford. Ha sido una muy buena carrera, quizá no a la altura de las expectativas que ella mismo generó cuando todavía era una niña, llegando a ser comparada con Tiger Woods, sin embargo acosada por las lesiones, entre la espalda, las piernas y las muñecas, se vio obligada a someterse a numerosas rehabilitaciones y refinamientos del swing para poder competir.
Cuando abandonó con lágrimas en los ojos el KPMG Women’s PGA Championship de 2019, un evento donde metió sus muñecas en hielo tras las dos rondas, muchos expertos se preguntaron si alguna vez la veríamos dar otro golpe.
Wie volvió a la competición en 2021, aunque en el Hilton Grand Vacations Tournament of Champions de 2022 admitió sentir algunos dolores adicionales. «A veces, si juego mucho al golf, estoy en la cama. O no puedo levantar a Makenna, y eso me asusta», dijo Wie a Nichols.
Su otro enemigo han sido las expectativas poco realistas y los focos que han seguido a Wie desde que era una niña. A la edad de 10 años, se convirtió en la jugadora más joven de la historia en ser elegida para el US Public Links Amateur, un récord que desde entonces sólo ha sido superado por la jugadora del Epson Tour Allisen Corpuz.
Hoy en día es habitual ver a adolescentes en los torneos del circuito, pero Wie fue un fenómeno femenino en plena era de Tiger Woods, lo que supuso sus propios desafíos. Fue la jugadora más joven en clasificarse para un evento del LPGA Tour a los 12 años (un récord que ha sido superado por Ariya Jutanugarn) y la ganadora más joven de un campeonato de la USGA para adultos cuando ganó el U.S. Women’s Amateur Public Links a los 13 años.
Ese mismo año 2003 Wie pasó el corte en el Chevron Championship y realizó un 66 el sábado, que la situó en el grupo final el domingo. Su potente swing durante ese periodo fue comparado con el de Ernie Els, lo que le valió el apodo de «La Gran Wiesie», un juego de palabras con el apodo de Els «Bih Easy», pero algo que, en retrospectiva, nunca debería haberse dicho o escrito sobre una niña de 13 años.
En su haber, a pesar de los altibajos, las controversias y los momentos culminantes de su carrera, Wie ha seguido siendo una buena amiga y una voz reflexiva en el LPGA Tour. Fue la creadora y punta de lanza del proyecto LPGA Hoodie for Golf, que recaudó dinero para la Fundación Clearview Legacy de Renee Powell. Y continúa su trabajo como parte del Nike Athlete Think Tank, donde ayuda a la marca internacional a romper las barreras en el deporte femenino.
Gracias a su victoria en 2014, Wie puede jugar en el US Open de 2023 en Pebble Beach, cerca de su casa y del campus de Stanford. Su marido, Jonnie West, ejecutivo de baloncesto de los Golden State Warriors, ya se ha ofrecido como caddie para ella esa semana en Pebble Beach. «Definitivamente, no descarto nada», dijo.
