Chella Choi llegó a un acuerdo con su padre hace ya ocho años, justo cuando la coreana comenzaba su carrera en el Symetra Tour, división de plata del LPGA norteamericano. Su padre, agente de policía, se comprometió con su hija a ser su caddie hasta que lograra la primera victoria de su carrera. Cualquiera que hubiera visto jugar entonces (y ahora) a Choi estaba más o menos convencido de que la retirada del padre no iba a tardar mucho tiempo en producirse. Pero no fue así.
Choi es una jugadora con un gran talento. Ha hecho muy buenas posiciones en el circuito norteamericano, pero no terminaba de ganar. El asunto se enquistaba. Pasó el año del Symetra y otros siete más en el LPGA sin conseguir el triunfo. Y papá seguía en la bolsa. Era un pacto de sangre y ninguno de los dos quiso romperlo, pese a que no fue fácil. «Muchos me decían que el problema era, precisamente, mi caddie, que tenía que contratar a uno profesional, así que imagínate lo feliz que estoy. He ganado y con mi padre a mi lado». Padre e hija se salen con la suya. Ahora ya puede jubilarse… o volver a su puesto de policía, lo que él decida.
Choi ha ganado después de 157 torneos en el LPGA. Se impuso en el Marathon Classic en el desempate frente a Ha Na Jang, dominadora del torneo desde el jueves. Choi ganó con un par en el primer hoyo del playoff. Le faltó muy poco a Jang para estrenar su palmarés, a pesar de haber jugado toda la semana terminando el swing a una mano por molestias en la espalda. Lydia Ko acabó en tercera posición a un golpe.
Azahara Muñoz fue una de las grandes protagonistas de la última jornada en el recorrido Highlands Meadows Golf Club de Ohio. La jugadora española firmó la mejor vuelta del domingo (65 golpes) para meterse en el top ten del torneo. Acabó octava con un resultado total de -10. Firmó seis birdies y ningún bogey en una gran jornada con el putt. Es el cuarto top ten de la malagueña en 2015, el segundo en los últimos tres torneos. Carlota Ciganda finalizó con una vuelta de 72 golpes para un total de par y Belén Mozo hizo 71 golpes para acabar con +3.
