Beatriz Recari conquistó ayer la segunda victoria en el LPGA Tour norteamericano y la tercera de su carrera al imponerse en el segundo hoyo del playoff del Kia Classic a la coreana In Kyung Kim.
Triunfo de postín logrado con la mezcla perfecta y necesaria para este deporte de calidad, confianza y raza. Recari comenzó la última vuelta del torneo disputado en el recorrido Aviara Golf Club de Carlsbad, en California, como líder destacada con dos golpes de ventaja. La jugadora navarra de 25 años decidió nadar y guardar la ropa. Las condiciones no eran fáciles, los birdies no caían en cascada y lo más inteligente era evitar los fallos. Su solidez a prueba de bombas hacía el resto.
Sin embargo, la jornada se fue torciendo. No se lo pusieron fácil a Beatriz. La Número Uno del mundo, Stacy Lewis, inició el primer ataque duro hasta que logró encaramarse al liderato. Parecía embalada a su tercera victoria consecutiva hasta que se marchó al agua en el hoyo 11. Ahí desapareció. Había que resistir y esa era la consigna que llevaba la española en la cabeza.
Después de 61 hoyos consecutivos sin hacer bogey, Recari cometió el primer error en el hoyo 6. Hizo un nuevo bogey en el 11 y la clasificación se apretó al máximo. La baraja de candidatas al triunfo subió como la espuma. Incluso, la malagueña Azahara Muñoz, que acabó en el top ten, tuvo el gran premio a la vista cuando logró ponerse con -7. Un doble bogey en el hoyo 13 le impidió soñar con la machada.
Recari apretó los dientes. El torneo se convirtió en una carrera de eliminación y ahí sacó todas las virtudes que le han llevado a ser conocida en el circuito como la ‘mujer de hierro’. Hizo un birdie en el 16. Parecía el golpe de gracia. Pero aún tocaba sufrir. Se le escapó un putt de un metro para par en el hoyo 18 para ganar. Hizo bogey y acabó empatada con In Kyung Kim, que también había hecho bogey en el duro 18 de Aviara.
La española volvió a hacer gala de su fortaleza mental. “Sólo pensé, bueno, tienes una oportunidad más, y mi caddie (y su novio) Andreas Thorp, me dijo ya sabes cómo se hace, ya has ganado otro playoff en tu carrera. Eso me dio mucha confianza. Más allá de que sea mi novio o no, es muy bueno como caddie”, explicó.
Recari y Kim empataron el primer hoyo de desempate con bogey. Pero a la tercera fue la vencida. Beatriz al fin entendió cómo estaba el green y logró embocar un extraordinario putt de birdie para ganar. “No sé qué me pasó en los dos primeros intentos. Quizás fuera la sombra de las gradas o que estaba más irregular por el paso de todas las jugadoras, pero estaba más rápido de lo que yo pensaba. Pero el último putt, por suerte, lo vi muy bien”, señaló.
Es la victoria de una mujer de hierro. Una victoria en nombre de la madre. “En España cuando una mujer se casa mantiene su apellido, no es como en Estados Unidos. Mi abuela era una mujer muy dura y mi madre también. Recuerdo que siempre me decía, tú eres dura, tú eres Eransus, no sólo Recari, eres Eransus, no lo olvides”, explicaba ayer Beatriz a los periodistas norteamericanos.
Recari Eransus consigue así su segundo triunfo en Estados Unidos y el tercero de su carrera como profesional. En 2009 abrió la lata con el Finnair Masters del Ladies European Tour. En 2010 ganó el CVS Pharmacy LPGA Challenge, convirtiéndose en la primera española después de Marta Figueras Dotti en triunfar al otro lado del Atlántico. Y ahora hace historia al erigirse en la primera española que consigue dos victorias en el LPGA norteamericano.
Es el broche de oro a un inicio de temporada fabuloso, en el que ya había conseguido antes de este triunfo tres top ten. Se coloca segunda en la lista de ganancias de la temporada y en la carrera por ser la mejor jugadora del año, sólo por detrás de Lewis. Además, dará un salto considerable en el ránking mundial. Ahora mismo era la 45ª.
Y consigue todo esto justo en el torneo anterior al primer grande de la temporada, el Kraft Nabisco Championship.
La excepcional actuación de la Armada en el Kia Classic fue rematada con el noveno puesto de Azahara Muñoz, el 21º de Carlota Ciganda y el 33º de Belén Mozo. Había cuatro españolas en California y las cuatro acabaron en el top 35. Impresionante.
