Brittany Lang ha tardado siete años y tres hoyos de desempate en conquistar su primer título en el LPGA Tour. Al fin derribó el muro y quemó para siempre la etiqueta de jugadora que no gana…
“No me puedo creer que haya tardado tanto tiempo en ganar mi primer torneo. Está claro que no he sido buena bajo presión, pero estoy mejorando mucho en este aspecto y seguro que lo que ha ocurrido hoy me hará más fuerte”, explicaba la texana de 26 años con el trofeo del Manulife Financial LPGA Classic en sus manos.
Desde luego, lo que pasó ayer en la última ronda en Canadá es una terapia de choque sin parangón. No querías, pues toma dos tazas…
Lang falló un putt corto en el hoyo 72 para lograr la victoria por la vía rápida. Volvían los fantasmas. Ese pequeño putt le obligaba a salir a jugar un desempate contra tres coreanas. Nada menos. Las rivales fueron Chella Choi, Inbee Park y Hee Kyung Seo. Todas ellas fueron cayendo una tras otra. Lang hizo birdie en cada uno de los tres hoyos del playoff y las asiáticas se fueron repartiendo pares, primero Choi, después Park y por último Seo.
Lang, con dos participaciones en la Solheim Cup a sus espaldas, consigue lo que hace mucho tiempo se esperaba de ella. Nadie duda de que esta tarde de domingo en Ontario supondrá un antes y un después en su carrera. Su juego es un prodigio de solidez. En cuatro rondas en el Manulife, por ejemplo, sólo ha cometido dos bogeys. “Sé que tenía el juego para ganar, pero me faltaba la parte mental. Trabajé la semana pasada en Texas con mi hermano, que me ha hecho de caddie esta semana. Me dijo: que estés nerviosa es lógico, pero eso no significa que vayas a fallar el putt decisivo. Me ayudó mucho”, explicó.
En cuanto a la Armada, la mejor española fue Beatriz Recari (-4), puesto 40º. La jugadora navarra vuelve a cerrar una semana más muy sólida de juego. Apenas dejó escapar cinco calles en las cuatro vueltas y ayer cazó 16 greenes. La semana que el putt se ponga en ebullición estará para ganar.
Belén Mozo (-1) finalizó con una vuelta bajo par (70 golpes) y libre de bogeys. Sólo pudo hacer un birdie, pero todo lo que sea limitar los daños en la vuelta es un paso adelante para la gaditana. Su juego está en una clara línea ascendente.
María Hernández (par) acabó también ganando al campo (70 golpes). Su juego cada día está más fino. Ayer cogió 12 calles y 15 greenes, muy cerca de los habituales números de la gran jugadora navarra.
