Inbee Park se presentó en el Nabisco en 2013 como cuarta del mundo, ganó, desbancó del cetro una semana después a Stacy Lewis y ahí sigue con mando en plaza
El chapuzón fue en un estanque dorado. No se le olvidará a Inbee Park el 7 de abril de 2013, cuando festejó en el agua el triunfo en el Kraft Nabisco Championship.
Inbee Park ya había ganado muy jovencita un major, el US Open de 2008 en su segundo año de profesional, pero se estancó, nunca mejor dicho, hasta que en 2012 resurgió en el Evian y en el Sime Darby de Malasia.
Bueno, hasta ahí todo normal, incluso su victoria en el Honda de Tailandia a finales de febrero del año pasado. Lo que vino luego, a partir del Nabisco, dejó boquiabiertas a sus rivales del circuito. El 1 de abril de 2013, el lunes previo a este mismo major, la surcoreana estaba encaramada a la cuarta posición mundial con Na Yeon Choi (3), Yani Tseng (2) y Stacy Lewis (1) por delante. Entonces algo hizo clic y se fueron sucediendo los éxitos. Justo dos semanas después ya era la mejor del planeta y no ha habido forma humana de apearla del cetro.
En tres meses, reventó la lógica y no paró de ganar, ganar y ganar. Venció en el North Texas Shootout (28 de abril), en mayo sus resultados volvieron a la normalidad, pero en junio pegó tres zarpazos de categoría con las victorias consecutivas en el Wegmans LPGA Championship (9/6), otro grande para sus vitrinas, el Walmart NW Arkansas (23/6) y el US Open (30/6), tercer major en menos de 90 días.
Ahí se quedó, menos mal, aunque la distancia que le llevaba Park (13.27) a Lewis (8.29) a 1 de julio era sideral entre la primera y la segunda mejores del mundo. En este 2014 sólo ha levantado un trofeo del Ladies European Tour, aunque ha merodeado por los puestos altos en las cuatro citas en las que ha competido en el LPGA. La surcoreana vuelve esta semana al lugar donde empezó todo, al estanque dorado que la mantiene en la cumbre desde hace nada menos que un año.
