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Y si tenemos a ocho españolas el próximo año en el LPGA…

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Luna Sobrón. © Tristan Jones
Luna Sobrón. © Tristan Jones

El golf femenino español está empeñado en hacer historia. De acuerdo, el título de este artículo es un tanto ilusorio y seguro que algún lector con los pies en el suelo andará con ganas de soltar una cachetada al que esto escribe por la tontuna. Cierto es que también nos podemos quedar con las que ya tenemos, que son tres, Carlota Ciganda, Azahara Muñoz y Beatriz Recari.

Sin embargo, aunque el asunto no es fácil, ni mucho menos, hay argumentos más que sobrados para defender que la posibilidad de tener a ocho españolas en el LPGA Tour el próximo año no es ninguna locura. Va más allá del topicazo de que soñar es gratis.

Este miércoles arranca la gran final de la Escuela del LPGA Tour y tenemos a cinco españolas en liza. Vaya por delante que este número de jugadoras ya es extraordinario. Nunca habíamos tenido un contingente tan amplio y sólido. Pero además resulta que llegan muy bien preparadas.

Nuria Iturrios, María Parra y Marta Sanz han ganado este año en el Symetra Tour, han redondeado la mejor temporada de sus carreras y llegan con la confianza alta y convencidas de que es su momento de dar el salto al LPGA. Están en el momento de madurez y juego idóneos. Además, Fátima Fernández Cano ha sido un prodigio de solidez este año. No ha ganado, pero ha hecho muchos resultados buenos, poderosos, muchos top 20, de los que van sumando y que en este final de la Escuela serían oro.

Quizá la que ha tenido una temporada más gris ha sido Luna Sobrón, probablemente algo desubicada entre el LPGA, el Symetra y Europa. Da la sensación de que le ha costado sentirse realmente parte de algún circuito y eso le ha podido pasar factura. Sin embargo, Luna ya ha demostrado la enorme calidad que atesora y es capaz de firmar torneos extraordinarios cuando tiene el objetivo claro entre ceja y ceja.

Así las cosas, no hay motivos para pensar que las cinco españolas no puedan lograr la tarjeta. Además, hay un condicionante añadido. Con el cambio en el formato de la Final, la tarjeta es más accesible una vez clasificada para este torneo. Hay 98 jugadoras en esta última fase y consiguen la tarjeta completa las 45 mejores. Es decir, casi la mitad. Es una oportunidad de oro.

La final se juega en dos semanas diferentes durante ocho vueltas. Este miércoles arranca la primera ronda en el Pinehurst Número 6. Allí se jugarán las cuatro primeras hasta el sábado. La próxima semana, también desde el miércoles, se jugarán las cuatro restantes, en esta ocasión en el Pinehurst Número 9. Sólo habrá un corte después de la sexta jornada con las ochenta primeras y empatadas. El objetivo está al alcance de la mano. Y no, no es un sueño, es mucho más que eso, es una posibilidad muy real.

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