Día de cornetas en Muirfield Village. Una tocaba a rebato. La otra tocó a despedida y cierre…
La primera iba en la bolsa de Rory McIlroy. El norirlandés ha tirado de garra y casta para lavar el accidente del jueves y demostrarle a Jack Nicklaus que es un jugador de una pasta especial. En 14 hoyos se había puesto con un acumulado de cuatro bajo par, cómodamente instalado dentro del corte de este Memorial que ayer se puso muy fiero.
Por eso tiene aún más mérito la vuelta de McIlroy. Sopló el viento con fuerza y muy cambiante y el cielo anduvo inestable todo el día. Hasta el punto de que otra corneta, o más bien una bocina, sonó con fuerza a las siete de la tarde para comunicarle a todo el mundo que el juego se suspendía hasta el sábado. Tocará correr para acabar el domingo. Por lo pronto, la tercera ronda se jugará ya desde dos tees.
Frenado McIlroy en plena remontada, aunque el mejor en el campo en ese momento era Bubba Watson (-5), el liderato es para Bill Haas con -9. A tres golpes está Matt Kuchar. Los mejores de los que pudieron acabar su ronda.
También acabaron Tiger Woods (+1) y Gonzalo Fernández Castaño (+2). Ambos han sufrido, pero estarán dentro de un corte que ahora mismo se encuentra en +3. El que no estará es el chino Guan Tianlang, que ha sufrido lo indecible con el viento y ha firmado 79 golpes para -7. Segundo corte consecutivo que falla en Estados Unidos.
