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McIlroy, Morikawa y Thomas: sin medalla, pero rendidos a los Juegos Olímpicos

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Rory McIlroy. (© Golffile | Wataru Murakami)

Rory McIlroy, Collin Morikawa y Justin Thomas eran seguramente los tres grandes favoritos a las medallas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ya fuera por su trayectoria, ranking mundial o momento de forma, estos tres nombres estaban en boca de todos para subirse al podio. Finalmente, ninguno lo ha conseguido y lo más grande, lo que realmente define al golf, es que tampoco ha sido una gran sorpresa. Esto pasa semana a semana, torneo a torneo, Grande a Grande.

Aunque no hayan tocado metal, su actuación ha estado entre el notable y el sobresaliente. McIlroy y Morikawa han salido a jugar el desempate por la medalla de bronce y se han quedado en la orilla, y Thomas ha ido de menos a más para terminar en el top 25. Lo más importante, en cualquier caso, más allá de que hayan logrado o no medalla, es que los tres, grandes referentes del golf mundial, han caído rendidos a los encantos de los Juegos Olímpicos y quieren repetir. Ha ocurrido lo mismo que en Río de Janeiro. Aquellos que acudieron a Brasil con recelo se convencieron de que hay que estar en los Juegos y una buena parte de los que no estuvieron, escuchando a sus compañeros, ahora no se los quieren perder. Morikawa, Thomas y McIlroy son ahora los mejores embajadores de los Juegos.

McIlroy lo puede decir más alto, pero no más claro. «Nunca en mi vida he luchado tanto por acabar en tercera posición… Ha sido divertido y un gran experiencia. Ojalá pueda estar de vuelta en los Juegos dentro de tres años. Lo que ha ocurrido esta semana hace que todavía tenga más ganas de estar en París en 2024 y tratar de subir un puesto en la clasificación o tres…», señaló al acabar el torneo.

En la misma línea se mostró Morikawa. «Espero que estos no sean mis últimos Juegos. Me gustaría mucho volver dentro de tres años y conseguir una medalla», explicó.

Del mismo modo, Thomas se mostró encantado con la experiencia en los Juegos. De hecho, fue el más sincero de todos. «Cuando vine a Japón no sabía muy bien lo que me iba a encontrar. De niño nunca tiré un putt en el campo de prácticas pensando en que era para ganar una medalla olímpica. Los Juegos no estaban con el golf, no formábamos parte y no creces con ello. Ahora que he estado en unos tengo que decir que es mucho más chulo de lo que había imaginado y que estoy mucho más orgulloso de lo que había pensado de haber formado parte de esta experiencia, de poder decir que he sido olímpico. Diría que es más chulo incluso que la Ryder Cup o la Presidents, es algo diferente, único. Ha sido una experiencia que ha estado muy por encima de la expectativas que tenía». Apunten su nombre también para París.

Quien se marcha de Tokio con la mayor espina clavada es Hideki Matsuyama. «No he conseguido sacar mi mejor golf cuando hacía falta. Estoy contento de haber terminado tercero sin haber dado mi mejor nivel y sin juntar todas las cosas, pero estoy decepcionado y me sabe mal porque hubo un momento que estaba peleando por el oro. Lo mejor de todo es que he identificado cuál ha sido el problema este domingo y voy a trabajar para solucionarlo», señaló, sin aclarar o profundizar en el problema.

La primera conclusión de los Juegos Olímpicos de Tokio, versión masculina, es que definitivamente el golf ha venido para quedarse y los grandes jugadores cada vez valoran más la experiencia. Qué ganas de que llegue ya París 2024.