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McIlroy necesita ante Tiger una machada como la de la Ryder

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Rory McIlroy está al borde del precipicio en el Turkish Airlines World Golf Final. Perdió ante Charl Schwartzel y necesita casi un imposible frente a Tiger…

El panorama está muy negro para el Número 1 del mundo. Ahora mismo, figura en la clasificación con dos derrotas y cero victorias, mientras que en su mismo grupo Charl Schwartzel está con dos victorias y Tiger Woods y Matt Kuchar se encuentran con una victoria y una derrota.

Así las cosas, aún tiene una posibilidad, ínfima, pero posibilidad al fin y al cabo de meterse en las semifinales. Necesitaría ganar a Tiger y que Schwartzel hiciera lo propio con Kuchar. En ese caso, se produciría un triple empate de una victoria y dos derrotas y se acudiría al resultado global de las tres vueltas para determinar quién acompañaría a Schwartzel. En estos momentos, Tiger está con -5, Kuchar se encuentra al par y McIlroy está +5. Es decir, para pasar a semifinales, Rory tendría que superar nada menos que en diez golpes en el duelo directo que mantendrá contra Woods. Lo dicho: una machada como la de la Ryder.

Eso sí, para ver este esperado duelo previsto para hoy miércoles habrá que esperar al jueves por la mañana. Una tormenta ha obligado a retrasar el juego y sólo se han podido disputar una ronda de partidos.

En la jornada de hoy, McIlroy hizo 71 golpes y perdió contra Schwartzel, que hizo 70. Tiger, por su parte, jugó a un nivel muy bueno, firmó 67 golpes y derrotó con claridad a Kuchar, que hizo 72. Hay que recordar que el formato de la competición es match play a golpes.

En cuanto al otro grupo la situación es idéntica. Justin Rose, que hoy derrotó a Westwood es el único que suma dos triunfos, mientras que Westwood tiene una victoria y una derrota, lo mismo que Webb Simpson que hoy derrotó a Hunter Mahan.

Mañana jueves sabremos si McIlroy es capaz de ser protagonista de dos milagros en apenas diez días. Si algo aprendió el norirlandés el domingo de Medinah es que nunca hay que tirar la toalla, aunque hoy pareció que lo hacía por sus declaraciones. “Ya sólo me queda pelear por el orgullo, ya que poco más tengo que hacer en el torneo”, explicó seguramente cuando aún no sabía que tenía alguna opción de estar en las semifinales.