Spieth lidera el Open de Australia con un golpe de ventaja sobre Adam Scott
Rory McIlroy fue engullido por la traicionera hierba del Australian Golf Club de Sidney. El Número Uno del mundo se metió en un agujero negro en la salida del hoyo 9, justo cuando había dado caza en el liderato a Greg Chalmers. Su drive se marchó a la derecha y la bola quedó horriblemente colocada entre las espigas del recorrido australiano. McIlroy trató de sacarla a la primera realizando un esfuerzo soberano, pero la pelota no sólo no salió sino que se hundió aún más entre las hierbas secas. Cortocircuito.
Su siguiente decisión, ya obligado, fue dropar con penalidad y pegó su cuarto golpe sin tan siquiera tener opciones de cazar el green. Su approach, a sesenta metros, fue bueno, a menos de dos metros de bandera, pero falló el putt para doble bogey y se marchó con un ‘7’ terrorífico. Por si fuera poco, Rory siguió penando en el hoyo siguiente. Se calzó un doble bogey en el 10. Así, en un visto y no visto, en poco menos de media hora, se hizo cinco golpes más de la cuenta y pasó de liderar el torneo a quedar prácticamente descartado de la victoria.
McIlroy necesita ahora una proeza para igualar a Jack Nicklaus, Gary Player o Greg Norman, los tres únicos jugadores que han sido capaces de defender con éxito el título en la historia del Open de Australia. El norirlandés, que firmó hoy 76 golpes, se encuentra a seis impactos del trío de líderes, formado por Greg Chalmers, Brett Rumford y Jordan Spieth, casi nada, todo ellos ganadores del Circuito Europeo o del PGA Tour. Además, a un golpe de los líderes están Rod Pampling y Adam Scott, otros dos avezados ganadores.
Se le abre así una puerta a Scott de ganar por segunda vez el Open de Australia, y quitarse así la espina del que se le escapó el año pasado en el último suspiro, precisamente ante McIlroy. Será un domingo de altos vuelos en Sidney, con un campo que se defiende con uñas y dientes, pese a ser un diseño con más de cien años de historia. No en vano, hoy apenas trece jugadores actuaron bajo par y sólo quedan ocho ganándole al campo tras 54 hoyos.
Entre los candidatos al triunfo hay que colocar al amateur Todd Sinnott, una auténtica fuerza de la naturaleza desde el tee, capaz de jugar los pares cinco de más de 500 yardas con un hierro 7 en las manos de segundo.
