Inicio Grandes Circuitos «Mi padre sólo diría cosas buenas de lo que está haciendo DeChambeau»
Entrevista en profundidad con Javier Ballesteros después de cumplir 30 años

«Mi padre sólo diría cosas buenas de lo que está haciendo DeChambeau»

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Javier Ballesteros. (© Golffile | Stefano Di Maria)

Javier Ballesteros acaba de cumplir 30 años (Santander, 1990) y se encuentra en plena madurez. Esta semana ha jugado el Alps de Andalucía, su primer torneo en más de seis meses. No ha pasado el corte porque sigue luchando contra un pequeño desajuste con el driver que le genera más de un dolor de cabeza. En poco más de un mes cumple seis años como profesional y, aunque admite que no atraviesa su mejor momento, tiene claro que el depósito de la paciencia aún tiene reservas. Va a seguir trabajando de la mano de David Castillo para llegar algún día al European Tour. Es su sueño y su objetivo. Sabe que no es fácil, pero lo va a seguir intentando.

El hijo mayor del gran Seve Ballesteros, a quien echa de menos cada día, se sienta con Ten Golf en esta profunda entrevista para hablar de su golf, su futuro, el trabajo que está haciendo, la revolución de Bryson DeChambeau y el legado de su padre, lo que aún le siguen diciendo de él en los torneos y en las redes sociales y cómo está trabajando toda la familia para perpetuar aún más y mejor su figura.

¿En qué punto se encuentra su golf en estos momentos después de un año tan extraño por el coronavirus?

Empecé 2020 jugando en Egipto no muy bien. Fueron dos torneos y fallé los dos cortes. Luego he estado durante todo el confinamiento en casa, en Pedreña, entrenando, y a la vuelta de los torneos no he jugado mucho porque con el virus no me apetecía demasiado viajar, la verdad, y he vuelto a competir esta semana en Sevilla. He llegado pegándole bien a la bola, pero siempre he arrastrado problemas con el driver y en los días de entrenamiento me salieron un par de ellas a la derecha, que es mi problema y me crea mucha inseguridad… En el torneo he estado muy mal con el driver y eso perjudica mucho al resto del juego. Estás jugando todo el rato fuera de posición y eso es difícil. El primer día cogí cinco calles, el segundo tres y así es muy complicado. Le estoy pegando torcido y corto por la desconfianza. Con el juego corto, el putt y los hierros bastante bien, pero el driver es un lastre muy grande.

Con todo el trabajo que estás poniendo, ¿te sientes cerca o lejos de donde te gustaría estar?

A los torneos siempre vengo con el objetivo de hacerlo bien, no sólo pasar el corte. Llevo cerca de dos años trabajando con David Castillo, mi entrenador, y el problema con el driver que siempre he arrastrado ha desembocado en un problema mental en el campo y eso me lastra mucho. Siempre se dice que el putter es lo más importante del juego, pero yo no estoy del todo de acuerdo. Es cierto que tienes que patear bien, pero el juego desde el tee hoy en día es lo más importante, no sólo pegar largo, sino ponerla en juego. Una vez está en juego todo es mucho más fácil. Después hay que hacer otras muchas cosas bien, pero desde el tee es crucial. Es lo que vengo trabajando con mi entrenador hace tiempo. Lo bueno es que tenemos identificado qué pasa. Sabemos lo que es, no es fácil de solucionar porque me pongo con muchas dudas en el tee en cada golpe y eso, aparte de lastrar todo el juego, genera un desgaste mental muy grande.

«El problema con el driver que siempre he arrastrado ha desembocado en un problema mental en el campo y eso me lastra mucho»

¿Cómo se podría explicar para el jugador medio amateur cuál es ese problema con el driver?

Ahora mismo en el campo se ha vuelto un problema mental, pero viene de dos aspectos técnicos. Por un lado me cuesta darle tiempo al palo arriba y luego tengo el problema que en el cambio de la subida a la bajada el hombro derecho se me queda muy por detrás en lugar de cubrir la bola. Si no supiéramos qué pasa sería peor, pero sabiéndolo yo estoy tranquilo. El problema es que en cuanto me sale una mal, tengo tantas dudas que me cuesta quitarme de la cabeza cuándo va a venir la siguiente… y a veces haces la compensación y sale para el lado contrario. Pero bueno, teniendo identificado el problema estoy más o menos tranquilo.

¿Cuál es tu plan en las próximas semanas?

Jugaré el Alps de Las Castillas, la semana siguiente en Logroño el Campeonato de España y después no sé… Han cambiado la Escuela del Alps de España a Italia y no sé lo que haré. No sé si iré. Si no voy trabajaré en una pretemporada más larga y ya veremos qué ocurre con todo esto del coronavirus.

¿Sigue convencido de que puedes llegar algún día al European Tour, a lo más alto, o pasa el tiempo y aparece la incertidumbre?

Cuesta. Me hice profesional hace casi seis años y no han sido años buenos, es difícil, cuando trabajas y no tienes resultados te acabas quemando. Últimamente estoy algo más desanimado con el golf, pero sigo teniendo claro lo que quiero y donde quiero llegar. Y sobre todo sé que estoy con la persona adecuada para llegar, mi entrenador. Tengo fe ciega en David Castillo y al final es seguir trabajando y tener paciencia. No hay otra manera. La buena noticia es que la paciencia no está agotada. Aún hay margen.

«Últimamente estoy algo más desanimado con el golf, pero sigo teniendo claro lo que quiero y donde quiero llegar. Y sobre todo sé que estoy con la persona adecuada»

¿Qué piensas de la revolución de Bryson DeChambeau y todo lo que se ha generado tras su victoria en el US Open?

Yo creo que la verdadera revolución de la pegada y el físico no la hace ahora DeChambeau, sino que fue Tiger Woods cuando apareció en 1997. Tras su exhibición en el Masters es cuando deciden alargar el Augusta National. Lo que ha hecho DeChambeau es impresionante. Cuando eres un tío como él, que está ganando en el PGA Tour, entre los mejores del mundo, y te arriesgas a cambiar tu cuerpo con lo que puede conllevar y lo refrendas con dos victorias, una en el US Open… Cuidado. Cuanto más largo le pegues es una ventaja, eso es obvio, pero creo que el golf no debería ser sólo pegarle fuerte. En cualquier caso, hay que analizar bien lo de DeChambeau. Pegando más largo todo se facilita, pero también recto, que lo está haciendo, y las estadísticas demuestran que ha mejorado su putt, el juego corto, los hierros… No todo es pegar largo. Es un plus pegar más fuerte que nadie, es lo que más llama atención, pero después hay más cosas. En la victoria en Detroit ganó seis golpes desde el tee y siete con el putt. Se focaliza mucho en su cambio físico, pero hay mucho más detrás. Si no le pegas recto, aprochas bien, buenos hierros y bien con el putt no salen las cosas. Desde el tee es lo más importante, ponerla en juego, es para descubrirse ante DeChambeau por lo que ha hecho cuando lo ha hecho. Es increíble. No hay mucha gente que se atreva y otros lo han intentado y les ha salido mal. Es un tío muy especial, lo tiene todo muy estudiado, pero lo del otro día en el US Open fue una exhibición.

«La verdadera revolución del físico y la pegada la hizo Tiger Woods con su aparición en 1997»

Hay voces que hablan de que el ejemplo de DeChambeau se está cargando la verdadera esencia del golf, la creatividad, mover la bola…

Es un deporte y la gente cada vez está físicamente mejor, el material es mejor, los campos son más largos… Quizá se podría limitar el vuelo de la bola, pero no cambiaría mucho, los pegadores harían menos distancia pero todos los demás también. El golf no se puede basar sólo en pegar bombazos desde el tee porque hay más, peor quizá se ha perdido un poco la creatividad. De todos modos, DeChambeau no se ha levantado un día de la cama y ha empezado a pegar fuerte, ha trabajando muy duro y hay están sus resultados. Quizá se ha perdido algo de creatividad porque hoy todo es más mecánico, la gente está más profesionalizada y antes era más natural. Es la evolución del deporte y hay que aceptarla tal como es.

Que nadie se olvide que tu padre, Nicklaus, Tiger y compañía también eran los que le pegaban más fuerte…

Los jugadores que están arriba en el ranking mundial siempre han sido pegadores. Es algo natural, la gente cada vez está más preparada y es normal que se le pegue más largo, más allá de que la bola y el drive no tienen nada que ver con lo anterior. Con el dinero que mueve el material de golf sé que es difícil, pero yo veo palos de antes en casa y los hierros han cambiado algo pero no tanto. Sí hay una gran diferencia con los drivers que yo jugaba hace 15 años. La cabeza era la mitad que ahora. Yo sí haría las cabezas de driver más pequeñas para premiar al que realmente pega en el centro y bien desde el tee. Los palos tan grandes perdonan mucho. Por ahí sí atacaría yo para premiar al que de verdad es bueno desde el tee.

«Yo sí haría las cabezas de driver más pequeñas para premiar al que realmente pega en el centro y bien desde el tee»

¿Qué crees que diría tu padre de DeChambeau?

Mi padre siempre me dijo que trabajó como el que más y que sin trabajo, por mucho talento que tuvieses, las cosas no funcionaban, con lo cual creo que diría que chapó por lo que ha hecho DeChambeau. Sólo diría cosas buenas después de decidir hacer un cambio físico para mejorar estando tan arriba. Siempre me decía que por mucho talento que hubiera, sin trabajo y sacrificio no se llega a nada y si hubiera visto a DeChambeau se hubiese alegrado de que le vaya bien porque ha puesto mucho trabajo.

¿Pondrías en práctica algo de lo que DeChambeau ha hecho o está haciendo?

Me he puesto más fuerte últimamente pero lo que ha hecho él, cambiar tanto, igual podría ser peligroso. Pegarle largo sí lo estoy intentando porque creo que es muy importante. Ahora dicen que de pequeño enseñan a pegar largo y luego ya se pegará recto y antes era al revés: pega recto y ya cuando crezcas le pegarás fuerte.

«Mi padre siempre me dijo que trabajó como el que más y que sin trabajo, por mucho talento que tuvieses, las cosas no funcionaban»

En el aspecto de pegada, ¿cuál es tu objetivo?

Estuve en noviembre con el trackman y estaba moviendo el palo bastante despacio, a unas 107-108 millas por hora. El otro día lo moví yendo a pegar fuerte a 114 o así, pero hay que darle bastante más. Quiero que de media sean 114-115 millas y si voy a darle fuerte llegar a 118, una cosa así. Hay que ganar velocidad y no es fácil. Pero vamos, en mi caso lo primero es pegar más recto y después lo otro. Hoy en día necesitas pegarle fuerte.

¿Te sigue sorprendiendo lo presente que está tu padre en todas las conversaciones de golf?

Te puedes llegar acostumbrar un poco, pero te sigue sorprendiendo y agradando mucho que siempre haya menciones y amigos que te hablan de él de cuando lo conocieron. Yo lo veía como una persona normal porque era mi padre, pero ver el cariño que recibió en vida y tras su fallecimiento, que el año que viene se cumplen diez años, me llena de orgullo y me hace muy feliz que se le recuerde mucho. Te hace que sea más fácil estar sin él. Yo lo echo de menos todos los días, pero en las redes sociales, amigos, mensajes, la televisión, verlo tan presente es algo muy bonito.

¿Cuál es la última que te han contado de tu padre que te ha emocionado?

Se me viene a la cabeza de primeras que por Twitter me habrán escrito como cinco o seis que su hijo se llama Seve por mi padre y otros tantos que su mujer no les dejó llamar Seve a su hijo, pero se lo han puesto a su gato o a su perro. Luego, en Irlanda del Norte hace cuatro años jugando un Challenge, estaba en el campo de prácticas y me vino el de seguridad y me dijo que había un señor que preguntaba por mi. Fui hacia él y me presentó a su hijo. Tenía dos o tres años y se llamaba Seve. Yo lo sé y lo tengo claro, pero cosas así te refuerzan más la magnitud de mi padre. Que hoy en día se le siga llamando Seve a un hijo…

«Me sigue escribiendo gente por Twitter diciendo que ha puesto de nombre Seve a su hijo y algunos a los que su mujer no les deja, se lo pone a su gato o su perro»

Hablando de Seve y su legado, ¿cómo estáis trabajando para tratar de perpetuar más y mejor si cabe su figura?

Seguimos con el trabajo de la Fundación. Ha pasado mucho tiempo desde que falleció, pero seguimos dando vueltas hacia dónde lo queremos enfocar de verdad. Nos gustaría hacer un proyecto grande. Seguimos haciendo cosas diferentes en el mundo del golf, como lo de Brea de Tajo, la investigación contra el cáncer o la Fundación Aladina, que hace una labor increíble. Tuve la oportunidad de visitar con Paco Arango el hospital Niño Jesús y es duro ver a los niños, pero es increíble cómo les apoyan para que algo tan difícil sea algo más llevadero. También apoyamos el circuito nacional de golf y otras actividades. Hemos cambiado la sede de la oficina de la fundación y queremos hacer algo allí con mi padre. También pretendemos darle más visibilidad a la sala de trofeos de Pedreña, estudiando la manera de abrirla, aunque aún no sabemos cómo. Estamos en conversaciones toda la familia, con mi madre, que siempre nos aconseja muy bien, tiene una opinión muy buena, convivió con mi padre y lo admira como la que más. No sabemos cómo hacerlo, pero sí es una conversación permanente porque es algo que la gente debería ver. Hemos abierto también una cuenta en Instagram, que la lleva mi hermano y seguimos haciendo cosas, creo que algunas muy buena y estamos orgulloso, pero si nos gustaría tener un proyecto más grande. Sería más enfocado hacia los niños y a ayudar en la investigación contra el cáncer.