Gary Woodland se tuvo que marchar a casa después de firmar la friolera de siete birdies. Una locura.
El partido del día en la primera ronda del Accenture fue sin duda el McDowell-Woodland, con esa remontada épica del norirlandés, que ganó los últimos cuatro hoyos para vencer en el hoyo 19. McDowell firmaba nueve birdies. En total, dieciseis.
Estos dos vecinos jugaron sin duda el mejor partido de la jornada. Ambos salen a entrenar juntos bastantes veces, puesto que viven en la misma calle de la misma urbanización de Florida. Así que McDowell sabía bien lo que se le venía encima y no daba crédito a las quinielas de algún canal de televisión americano, que le daban a él como favorito. De hecho, augura al americano un año exitoso, en vista de su nivel, y se confesaba realmente afortunado por su victoria in extremis.
– Gonzalo Fernández Castaño bien pudo situarse dos o tres hoyos arriba después de cinco hoyos disputados, según confesaba el propio Hunter Mahan, su rival. Sin embargo, el norteamericano sacaba adelante un par de recuperaciones de esas en las que el azar tiene su parte de culpa… Demasiado margen de ventaja cuando te enfrentas a uno de los pistoleros más rápidos del Oeste.
– Tiene gracia lo de Matt Kuchar, el defensor del título. Debía haber ganado su partido ante Wiesberger en el hoyo 14, pero enseguida se dieron cuenta de que no había repuesto la marca después de moverla a petición Wiesberger, que tenía un putt más largo en la misma linea. Fue el austríaco quien le preguntó al caddie del americano si habían repuesto la marca en su lugar… Kuchar perdió el hoyo y el partido continuó. Y quiso el azar que en el 16 de nuevo tuviera Wiesberger un putt más largo en la misma línea. De nuevo tuvo que mover la marca Kuchar, pero esta vez tuvo cuidado y la repuso en su lugar ante el cachondeíto de todos los presentes.
– Matteo Manassero ha mostrado un nivel soberbio en el arranque del primer World Golf Championship del año. El italiano venía seis menos en catorce hoyos cuando finiquitó su duelo con Luke Donald. Seguramente poco podía hacerse ante semejante recital, pero también es un hecho que el inglés ha perdido su ángel. Tampoco parece encontrarlo otro inglés, Lee Westwood, fallón y sin chispa.
– Pero si hay que buscar al mejor jugador de la primera jornada quizá haya que irse a Billy Horschel, que llevó a Donaldson con la soga al cuello y le hizo un parcial de seis menos en trece hoyos, sin tiempo ni margen para cometer ni uno solo error grave. Menudo puede ser el partido del atildado norteamericano en segunda ronda ante Jason Day.
– Los sudafricanos andan de fiesta. Seis jugadores se presentaron en la cita y cinco están en segunda ronda. Un casi pleno milagroso si tenemos en cuenta la victoria de Els sobre Gallacher, jugando muy por encima del par del campo. Grace cayó ante Walker.
