Belén Mozo (+2) salía más bien triste de la carpa de entrega de tarjetas…
Sabe que su resultado no es malo, hasta ahí no llega su obcecación, pero le da mucha rabia haber jugado por encima del par precisamente en un día en el que casi ha bordado el golf.
La gaditana, en efecto, ha dejado escapar buenas oportunidades de birdie y ha ido de tee a green como un cañón. Pero justo en la recta final, cuando la balanza debía decantarse definitivamente, recibía un aviso por juego lento y se descentraba hasta el punto de fallar un putt en el hoyo 16 de apenas dos palmos. Ella, al natural, viene a ser como un volcán en permanente estado de pre-erupción. Inquieta hasta decir basta. Así que este tipo de situaciones todavía le cuesta dominarlas. Tiempo al tiempo. Al fin y al cabo enseguida recuperaba el temple para acabar con par en el siempre complicado 17 y un buen birdie en el par 5 del 18.
Carlota Ciganda (+4) también ha necesitado contar hasta tres varias veces. Después de comenzar con un birdie limpio y cristalino en el hoyo 1, encadenaba dos dobles bogeys traicioneros. Más que nada, porque llegaban después de pegar sendos drives notables a la calle. A partir de ese momento, salió lo mejor de la navarra. Tenía que salir si no quería que aquello se fuera de las manos. Todavía tuvo que capear el temporal por los primeros nueve, pero después fue entrando en ritmo, mucho más suelta y brillante, hasta el punto de firmar dos menos por los segundos nueve hoyos, rematados con un eagle espectacular.
