El Irish Open sigue bravo. O mejor dicho, el campo donde se disputa, el Adare Manor. Al parecer han existido algunas críticas negativas de parte de alguno de los jugadores locales respecto a la preparación del mismo, pero aparentemente el recorrido sólo es, sencillamente, complicado, sin más misterios…
El tiempo está acompañando en Limerick. Poco viento y buenas temperaturas, hoy si acaso algo más nublado. Y sólo han sido 18 los jugadores capaces de entregar una tarjeta por debajo del par en el turno de mañana. Hay que jugar muy recto y muy alto a los greenes.
Cuatro han sido los españoles que han finalizado ya su recorrido. Carlos Rodiles (+10) y Pablo Martín (+10) lo tenían muy complicado. Mejoraron sus prestaciones respecto a ayer, pero no fue suficiente.
Gran trabajo el de Luis Claverie (+2), que va a pasar un corte en el que los +3 pueden acabar estando dentro para el fin de semana. Claverie está jugando sólido, ha entregado dos tarjetas de 73 golpes y su principal problema en este campo tan largo es no haber sacado de momento ningún rédito a los pares 5, donde no ha hecho ningún birdie en los dos días. Si mantiene el nivel y se se pone en marcha aquí todavía tendrá mucho que decir el fin de semana…
José Manuel Lara (+1) también estará el fin de semana. El valenciano pagó caro el doble bogey del hoyo 7, el decimosexto de su vuelta hoy, pero sigue jugando muy ordenado y con eficacia en los greenes.
El resto de españoles ya están jugando y todos están luchando por encima del corte, a excepción de Linhart (+4 acumulado y cinco hoyos por jugar; a un golpe del corte), alguno de ellos todavía por debajo del par, como es el caso de Álvaro Velasco y Pablo Larrázabal, quien ha enjugado un complicado doble bogey en el primer hoyo.
El líder provisional es el francés Michael Lorenzo-Vera (-6), que jugó por la mañana. Como se ve el mejor resultado acumulado todavía no supera al de ayer al final de la jornada, hecho indicativo de la dureza del campo.
