El madrileño entrega un 67 en un campo donde su media era de 73 golpes…
Rory McIlroy (-7) se ha cansado de medianías y es el primer líder del HSBC, último Campeonato del mundo de la temporada. El norirlandés encabeza la clasificación con autoridad y con dos golpes de ventaja sobre un jugador que atraviesa un gran momento de forma y confianza y que no es otro que el español Gonzalo Fernández Castaño (-5).
McIlroy necesita apuntalar esta semana en el Sheshan International Golf Club su entrada entre los sesenta mejores de la Race para jugar la Final de Dubai, y no parece que haya mejor modo de hacerlo que cogiendo las riendas desde el pitido inicial. Lo sorprendente del asunto es que, si nos quedásemos sólo con su juego desde el tee, nos hallaríamos todavía ante ese jugador irregular y depresivo que ha sido durante casi todo 2013. Porque Rory sólo ha cogido hoy cinco calles. Sin embargo ha recordado a su versión de Número 1 en el resto de las parcelas del juego, donde ha estado sublime por momentos. Su despliegue de juego con los hierros ha sido bestial, a veces desde posiciones ciertamente complicadas, fuera del fairway, hasta el punto de haber cazado quince greenes con tan pobres estadísticas desde el tee y lidiando también un rough que no ninguna tontería.
Gonzalo, por su parte, ha destacado por el equilibrio. Muchas calles, muchos greenes, y un buen puñado de buenos putts. Así es como en golf se hace camino al andar. Es su momento y debe aprovecharlo, incluso en un campo donde hasta la fecha siempre había sufrido. El madrileño había jugado en su carrera 16 vueltas de competición en el Sheshan y nunca había bajado de setenta golpes. Hoy ha entregado una tarjeta de 67. Es más, su media de golpes hasta hoy era de 73 en este campo y hoy ha jugado seis por debajo de esa cifra. No uno ni dos: seis golpes. Es, desde luego, otro indicativo más del jugador en el que poco a poco se está convirtiendo. Hoy finalizaba con cuatro birdies en los últimos cinco hoyos, y aún pudo ser mejor, pues en el 8 (había comenzado por el 10) estaba a punto de embocar para eagle desde la calle.
Sergio García (-2) ha comenzado en buena línea, bien colocado. El de Borriol no estaba hoy muy contento con el juego mostrado con los hierros, pero de todas maneras hay que catalogar su arranque como bueno y con todas las opciones por delante. Al igual que la semana pasada, parece que le está costando meter la quinta marcha, aunque su velocidad de crucero aún parece más que aceptable.
No puede decirse lo mismo de Miguel Ángel Jiménez (+3), que hoy ha vivido una de esas jornadas en las que nada termina de salir bien. Algunos problemas desde el tee, muchas posiciones difíciles de segundo golpe y escaso acierto en las recuperaciones y con el putter. Con el malagueño, en todo caso, nunca hay que decir o escribir la última palabra hasta que él no lo haga. Y si algo tiene, de momento, es tiempo y margen para recuperar terreno en un torneo donde no hay corte. Tampoco a él se le había dado nunca bien este campo: hasta la fecha había jugado doce vueltas de competición en el Sheshan y su media de golpes era de 72,3, aunque él, al contrario que Gonzalo, sí había bajado dos veces de setenta golpes (dos tarjetas de 68 en 2011, donde finalizaba 38º).
