Gonzalo, Pablo y Lara no consiguieron arrimarse al liderato
El sábado no ha sido un día bueno para los jugadores españoles en el Estoril Open de Portugal que se viene disputando en el campo de Oitavos Dunes, en Coimbra. Una verdadera lástima.
El líder, más sólido que un día antes, sigue siendo el francés Gregory Bourdy (-17), que ha manejado muy bien los tiempos, que ha jugado con paciencia y, sobre todo, muy recto y seguro desde el tee de salida. Hoy nos ha recordado, desde luego, al Bourdy que gestionó magníficamente sus ventajas hace unos meses en Pula, Mallorca, para imponerse en la jornada de domingo. Tiene medio triunfo en el bolsillo (sería el segundo consecutivo del golf francés en dos semanas en la Península Ibérica) y hasta podría bastarle mañana una tarjeta de par para ganar, aunque esto entra ya dentro del terreno de las cábalas. Pero la ventaja de cuatro golpes respecto al segundo es más que importante.
A partir de ahí son muchos los jugadores que van a tratar de inquietarlo comenzando su última vuelta a golpe de birdie. Entre ellos, los españoles, aunque se han quedado un poco lejos. Gonzalo Fernández Castaño (-11) sigue luchando con esa especie de maldición que le persigue esta temporada los sábados. Hoy casi lo había conseguido, levantando con mucho mérito y tesón tres bogeys consecutivos de sus primeros nueve hoyos y plantándose en el tee del 18 a cuatro golpes de Bourdy, su compañero de partido… Era un balance negativo respecto al incio de la jornada, pero tal y como habían ido las cosas podía valer ese uno bajo par en el día con el que llegaba. Sin embargo, mandó su golpe de salida muy cerrado, perdió calle, se fue a una duna… Para colmo, tripateó en el green y firmó un doble bogey matador. Viene ahora a cuento un comentario muy clásico en esta web: todo lo que sea mantener la cabeza fría y aspirar a un puesto alto es muy importante; no sólo la victoria es valiosa en golf.
Pablo Martín (-10) se movió mejor y más pronto, pero tampoco consiguió un gran remate de jornada. El malagueño venía de más atrás y necesitaba imperiosamente una jornada más explosiva. Comenzó con un bogey, pero cerro los primeros nueve con cuatro birdies esperanzadores. Parecía haber metido el turbo, como el jueves… Sin embargo, la segunda vuelta fue más sosa, no entraron los putts determinantes y cerró con un -2 en el día que puede no ser suficiente. José Manuel Lara (-9) anda aún más alejado. Como Pablo, jugó también bajo par (-1 en el día), y como el joven malagueño, no consiguió domar los greenes.
Santiago Luna (-1) ha sucumbido hoy a golpe de doble bogeys (tres en el día) y mañana saldrá en los primeros partidos. La tarjeta del día la entregó Miles Tunnicliff (63 para -12 total), el inglés casado con una española que se hizo seis bajo en los primeros nueve y acabó con ese -8 parcial.
