Es bien sabido que Miguel Ángel Jiménez es uno de los jugadores más laureados de la historia del golf a partir de los cuarenta años de edad. Basta un solo dato para comprenderlo: de los 21 triunfos valederos para el ranking mundial que el malagueño atesora en su carrera, catorce llegaron una vez cumplidos los cuarenta, dos tercios del total.
La cuestión ahora es: ¿cómo se ha desenvuelto este increíble e inclasificable jugador una vez cumplidos los cincuenta años? Pues bien, para responder a esta pregunta y tratar de medir en cifras su talento y, sobre todo, su coraje, nos vamos a centrar tan solo en los torneos que ha disputado valederos para el ranking mundial, obviando por tanto aquellos que ha jugado en los diferentes circuitos seniors (PGA Tour Champions y el hoy llamado Legends Tour).
Lo hacemos así porque se trata precisamente de examinar el rendimiento del español en los grandes circuitos y ante las generaciones venideras, ante buena parte de los mejores y de las futuras estrellas y en torneos a cuatro rondas, comparándolo además con las cifras que otros ilustres veteranos arrojan en esta parcela. No son sólo los resultados, por tanto, lo que hay que mirar, sino esa sana y corajuda intención de seguir pateando de tanto en tanto el trasero a los más jóvenes, tal y como a él le gusta decir. Las conclusiones, vaya por delante, son tan sorprendentes como insólitas…
-Antes de nada, un primer dato estremecedor: una vez cumplidos los cincuenta años (enero de 2014), Miguel Ángel Jiménez todavía llegó a alcanzar el Número 25 del mundo y aún estuvo más de un año dentro del top 50 mundial (ya había cumplido los 51 cuando se salió del top 50). Además, aún estuvo un año más dentro del top 100 del mundo (se salió con los 52 ya cumplidos). Digamos que este hecho no tiene parangón. Nadie lo había conseguido antes. Y cuando decimos nadie, es nadie, ni siquiera leyendas como Jack Nicklaus, Gary Player o Tom Watson. Tampoco Bernhard Langer, el gran dominador del golf senior en la actualidad, se acercó en su día a tales registros. Phil Mickelson, por ejemplo, cumplió los 50 años de edad el pasado mes de junio y va a terminar el año fuera del top 50 del mundo. Del californiano aún puede esperarse cualquier cosa, es cierto, pero de momento sus datos no alcanzan a los del malagueño en esta parcela.
–Jiménez ha disputado 89 torneos valederos para el ranking mundial desde que cumplió los cincuenta años. Ganó uno de ellos (Open de España 2014), ha sumado 13 top ten y sólo ha fallado 33 cortes (un escaso 37,07 por ciento). Nicklaus, por ejemplo, jugó 110 torneos una vez pasada la cincuentena, obtuvo seis top ten y falló más de la mitad de lo cortes (56). Vijay Singh es otro modelo de resistencia y coraje: ha jugado 136 torneos valederos para el ranking mundial una vez cumplidos los cincuenta, pero ha sumado sólo ocho top ten y ha fallado 61 cortes (44,85 por ciento), cifras que lo sitúan claramente por detrás de Miguel.
–Davis Love III también consiguió ganar un torneo valedero para el ranking mundial una vez cumplidos los cincuenta (Wyndham 2015), pero sus números también son sensiblemente inferiores a los del español: ha jugado 87 torneos valederos para el ranking mundial pasados los 50 años, en los que atesora cinco top ten y 40 cortes fallados.
-Para finalizar, cabe puntualizar que la cuestión va más allá de los resultados puros y duros; se trata de destacar esa intención clara y rotunda de seguir midiéndose a las nuevas generaciones: en este terrible año 2020 Miguel todavía ha jugado siete torneos del circuito europeo, alternándolos con los trece que ha jugado en el PGA Tour Champions, mientras que Langer, por ejemplo, que es siete años mayor que Miguel, sólo ha sumado 31 torneos valederos para el ranking mundial una vez cumplidos los cincuenta (atesora en ellos sólo tres top ten). Lo mismo puede decirse de otros monstruos como Greg Norman (24), Faldo (15), Monty (14) e incluso Steve Stricker (40). Como ya ha quedado dicho, sólo Vijay Singh, que es casi un año mayor que Miguel, ha jugado más torneos que él valederos para el ranking mundial (136) una vez cumplidos los cincuenta, además de Nicklaus (110).
