Ángel Hidalgo (-14) ha logrado este viernes la primera victoria de su carrera en un torneo profesional tras imponerse en el Ein Bay Open, torneo del Alps Tour que se ha celebrado durante tres días en el Sokhna Golf Club, a orillas del mar Rojo, a dos horas en coche del famoso Canal de Suez. El golfista malagueño ha derrotado en el segundo hoyo del desempate al francés Pierre Pineau. Antes, habían terminado los dos empatados con catorce golpes bajo par.
Todas las victorias tienen su mérito y una enorme dificultad. Da igual el circuito que se trate, ganar es muy complicado en cualquier circunstancia. Además, el triunfo de Hidalgo hoy ha tenido muchísimo suspense y hay que darle todo el crédito a su cabeza. Ha demostrado una enorme fortaleza mental para ganar en el playoff después de hacer bogey en el hoyo 18. Le valía el par para ganar el torneo, pero cometía bogey y se veía obligado a salir al desempate. Trató de asegurar la salida con un hierro 4 y dejarse un segundo golpe de unos 100 metros, pero falló por la derecha, acabó en el rough y se dejó un golpe más largo. De ahí fue al búnker y no pudo hacer la recuperación.
Sin duda, había sido un varapalo. Ángel lleva mucho tiempo jugando bien buscando esta primera victoria y parecía que se volvía a resistir. Sin embargo, se ha recompuesto para el playoff y, sobre todo, ha cumplido con su palabra. «Siempre he dicho a mis amigos del Tour, al resto de españoles, que si alguna vez salía a jugar un desempate, iba a pegar el driver… y así lo he hecho. En el primero hemos tenido los dos una buena oportunidad de birdie y se nos ha escapado y en el segundo he metido un putt de unos tres metros y medio para ganar. Él había fallado el drive y me había abierto un poco el camino, pero ha sido genial poder ganar así», asegura a Ten Golf desde Egipto. Con esto se quita también la espina del desempate que perdió en 2020 en el Toscana Golf Open ante Matteo Manassero.
No es ninguna exageración decir que en el caso de Hidalgo la victoria ha caído por su propio peso. Ya venía avisando desde hace tiempo. El año pasado firmó una gran temporada, se quedó a las puertas del triunfo contra Manassero y estuvo muy cerca de sacarse la tarjeta del Challenge Tour mediante el ranking. El inicio de este año ha sido todavía mejor. Estaba siendo el golfista más consistente del Alps. En los cuatro torneos previos había firmado dos cuartos puestos y un top ten. Con este triunfo se coloca primero destacado del ranking, con un balance sensacional de tres top 5 en cinco torneos.
«Ya tocaba y por fin llegó. Ha sido muy sufrido, pero muy bonito. Hoy he jugado con un amigo mío francés (Xavier Poncelet) y no hemos salido en el partido estelar, sino justo por detrás, que yo lo prefiero. Me he concentrado en aprovechar las opciones de birdie y en tratar de no cometer errores. Eso no ha ido tan bien porque he hecho dos bogeys, pero estoy muy contento… y destrozado. Llevo mucho tiempo jugando bien. El año pasado me dio mucha confianza y he hecho una pretemporada muy buena. Esta semana no he pegado muy bien al driver, pero los hierros y el putter han funcionado de lujo», asegura a Ten Golf con una mezcla en su voz de alegría y cansancio. Ha sufrido, pero al final ha tenido la recompensa.
Hidalgo termina el torneo con tres vueltas de 64, 70 y 68. Gran actuación también de Jacobo Pastor (-13), tercer clasificado, así como Joel Moscatel (-10), que ha conseguido finalizar en el top 15. Otra gran semana del espléndido golfista amateur.
La próxima semana vuelve a haber cita del Alps Tour en Egipto, se trata del Red Sea Little Venice Open. Una nueva oportunidad para un golf español que ya ha abierto la lata este año en el Alps con el faraón Hidalgo.
