Tal día como ayer, un 27 de agosto, pero de 1996 Tiger Woods se hizo profesional. Obviamente, esa fecha quedará grabada para siempre en la memoria colectiva del golf. Sin embargo, también un 27 de agosto, pero de 1957, 39 años antes, nació un tal Bernhard Langer. Si pretenden hacer algo en su vida relacionado con el golf tengan en cuenta que, así a bote pronto, el 27 de agosto no parece una mala fecha para llevarlo a cabo. Hoy no vamos a hablar de Tiger, sino de Langer…
El alemán celebró su cumpleaños de la mejor manera posible para él: compitiendo en un campo de golf. Concretamente, en la primera jornada del Ally Challenge, torneo del PGA Tour Champions que se celebra esta semana en el recorrido Warwick Hills Golf and Country Club de Michigan. Lo normal habría sido soplar 64 velas (esa es la edad que cumplió) sobre una tarta, o al menos un 6 y un 4 para evitar que el hombre se deje los pulmones, pero Langer tenía unos planes que se ajustan mucho mejor a su perfil.
En lugar de soplar 64 velas, el teutón hizo 64 golpes. Así, sin más. Regalazo. Tarjeta de 64 para empezar el Ally Challenge, ocho bajo par, nueve birdies y un solitario bogey, parcial de 30 golpes en los segundos nueve y liderato en el torneo compartido con Marco Dawson. «Estoy muy contento porque es la primera vez que soy capaz de hacer mi edad en una ronda de golf. Seguro que voy a recordar durante mucho tiempo esta vuelta. Espero que no sea la última vez que lo consiguió», explicó Langer al poco de acabar.
Así es este bicharraco llamado Bernhard Langer: 64 golpes con 64 años. Impresionante. Un buen puñado de jugadores del PGA Tour Champions lo esperaron en el green del hoyo 18 para felicitarlo.
El inicio del Ally Challenge, por cierto, se retrasó por mal tiempo y no pudieron completar la vuelta inicial todos los jugadores. Sí pudo el único español presente en esta cita, José María Olazábal. Rubricó una tarjeta con 72 golpes, con tres birdies y tres bogeys, y se ha colocado provisionalmente en el puesto 56º.
