Miguel Ángel Jiménez (-9) se mantiene en todo lo alto del Sanford International después de la segunda ronda. El golfista malagueño entregó una tarjeta de 66 golpes este sábado y resiste en la primera posición. Lo único que han cambiado son sus compañeros de viaje. Si el viernes compartía el liderato con Dicky Pride y David Toms, ahora lo hace únicamente con Steve Stricker.
Este primer torneo del PGA Tour Champions con público parece haberse confabulado para ofrecer un espectáculo muy especial a los espectadores. Como si todo estuviera escrito en un guión. Diez mil aficionados están entrando cada día en el Minnehaha Country Club de Dakota del Sur y los más veteranos han decidido no defraudarles.
Sólo hay que echar un vistazo a la clasificación para relamarse. Será un domingo de altos vuelos, de esos por los que merece la pena pagar una localidad. A falta de 18 hoyos hay 16 jugadores separados únicamente por tres golpes. Y qué 16 jugadores. Están lo mejor de lo mejor del Champions Tour y una buena parte de los más populares. A saber: los citados Jiménez y Stricker, Darren Clarke (-8), Fred Couples (-8), Bernhard Langer (-7), David Toms (-7), Scott McCarron (-6), Jerry Kelly (-6) o John Daly (-6). Fuegos artificiales para la última ronda.
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Jiménez mantiene una excelente velocidad de crucero en Dakota del Sur. Ayer hizo siete birdies y tres bogeys, rematando la jornada con un excelente final que incluyó tres birdies en los últimos cuatro hoyos. Nadie ha hecho más birdies y más eagles que él esta semana. Espectáculo puro.
El golfista andaluz tiene muy claro que hoy deberá jugar exactamente igual para tener una opción de victoria. «Hay muchos jugadores separados por muy pocos golpes. Va a ganar quien juegue mejor el último día y haga la vuelta más baja. La receta debe ser la misma de siempre: disfrutar, mantener el ritmo en el swing y no perder nunca la concentración», aseguró Miguel ayer tras firmar la tarjeta. La eterna fórmula de Jiménez.
