Jeff Maggert (-14) se ha convertido en el mejor aliado de Scott McCarron en la gran final de la Charles Schwab Cup. De momento, después de 36 hoyos disputados en la final del PGA Tour Champions en Arizona, Maggert, que no gana desde 2015, es quien mantiene a raya a Bernhard Langer (-10), único jugador que está en disposición de desbancar a McCarron del primer lugar del ranking.
El extraordinario jugador alemán persigue esta semana su séptimo título de campeón de la Charles Schwab Cup, aunque para lograrlo sólo le vale ganar. Ahora mismo marcha segundo y el gran obstáculo que tiene por delante se llama Maggert. Mientras, McCarron (-2) está sufriendo y cruza los dedos por detrás. Necesita aliados en esta batalla y ha encontrado uno de lujo. De momento, cuatro golpes separan a Langer de su gran objetivo, en buena parte por un doloroso doble bogey en su último hoyo del viernes.
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La evolución de McCarron en el Champions Tour es muy curiosa. En 2016 fue cuarto, tercero en 2017 y segundo en 2018. La cábala dicta que ya le toca, pero si alguien puede echar por tierra cualquier cábala es Langer, el gran tirano del PGA Tour Champions con cinco victorias en la Charles Schwab Cup, diez veces campeón en ganancias y cuarenta victorias a sus espaldas. Impresionante.
Maggert se ha convertido también en la gran obstáculo para Miguel Ángel Jiménez (-7). El malagueño no puede ganar la Charles Schwab Cup, pero sí aspira a imponerse en el último torneo del año. El viernes volvió a jugar bajo par (70) en el Phoenix Country Club y se mantiene en la sexta posición.
Aún no ha dicho adiós al triunfo, pero dependerá en gran medida de lo que haga McCarron. Siete golpes no es una distancia insalvable, pero sí muy considerable. Desde luego, todo pasa porque Jiménez encuentre el mismo duende que tuvo en los greenes el primer día. Su rendimiento ayer en el juego largo fue muy parecido, pero no consiguió rematar la faena en los greenes como el jueves.