El debut de Phil Mickelson (-10) en el PGA Tour Champions no ha defraudado. Más bien al contrario. Su exhibición este lunes en la primera ronda del Charles Schwab Series At Ozarks, en Misuri, ha hecho que parezca un juego de niños cumplir 50 años, darse un garbeo con los veteranos y hacer birdies en cascada.
Su tarjeta de 61 golpes para ponerse líder en el torneo es la más baja de un debutante en el Champions. No es lo habitual. No se dejen llevar por este resultado. Lo de Mickelson tiene mucho mérito y demuestra dos cosas: su enorme carácter competitivo pise el suelo que pise y las ganas que tiene de llegar bien preparado al US Open.
Esa es la auténtica obsesión del golfista de San Diego. Ha tatuado Winged Foot en su cerebro. Si está jugando esta semana con los mayores de 50 años es, precisamente, pensando en el US Open. «Por desgracia he quedado eliminado de los playoffs de la FedEx Cup y no quería estar dos semanas parado. Tengo muchas cosas que trabajar en mi juego antes del US Open y el Champions era una magnífica oportunidad. Además, ha sido muy divertido porque me ha permitido reencontrame con mucha gente a la que hacía mucho tiempo que no veía», explica.
Mickelson, que compartió partido con Retief Goosen y Steve Stricker, logró once birdies y un solitario bogey, con una excelente secuencia de cinco birdies consecutivos entre los hoyos 13 y 17. «Estoy contento porque demuestra lo que yo sentía, que estaba jugando bien. Tengo claro que no va a ser fácil ganar esta semana. Nadie me tiene que explicar lo buenos que son todos estos jugadores porque he competido con ellos durante años y lo sé muy bien. Aquí hay que hacer pocas todos los días y no será fácil», señala.
No anda desencaminado el californiano. De hecho, con su vueltón de diez bajo par sólo tiene un golpe de ventaja sobre el australiano David McKenzie y tres sobre Rocco Mediate, KJ Choi, Rod Pmapling y Tim Petrovic. Nada menos que doce jugadores bajaron de 65 golpes.
En esta cita se encuentra también Miguel Ángel Jiménez. El malagueño tuvo un mal inicio en las montañas de Ozarks, con una ronda de 72 golpes, uno sobre el par. Está en la parte baja de la clasificación, una rareza para sus registros habituales en el Champions.
