Arrancó en California el segundo playoff de la Schwab Cup del PGA Tour Champions. O lo que es lo mismo, la segunda estación del gran duelo al sol que están librando Bernhard Langer y Miguel Ángel Jiménez por ganar el circuito senior norteamericano. Ambos son primero y segundo en el ránking. De momento, el alemán tiene ventaja clara en la batalla.
El segundo puesto cosechado por Langer en el primer playoff la semana pasada, en el Dominion Energy Charity Classic, le ha dado una ventaja de más de 425.000 puntos en el orden de mérito del circuito, un colchón cómodo aunque no definitivo. Jiménez puede remontar, pero está obligado a jugar muy bien y acabar muy arriba para poder complicarle las cosas al gran dominador del Champions en los últimos años.
El escenario de Jiménez tras lo ocurrido la semana pasada es el siguiente. Necesita recortar esos más de 400.000 puntos que tiene de desventaja en los dos torneos que quedan, el Invesco QQQ Championship que arrancó este viernes, y la Final de Schwab Cup que se disputará en Phoenix en dos semanas. La machada es posible, aunque no es fácil. En los playoffs cada dólar ganado vale por dos puntos, por lo que una victoria esta semana, por ejemplo, otorgaría a Jiménez más de 600.000 puntos. Eso sí, ni siquiera el segundo puesto le serviría para dar caza a Langer.
El primer asalto entre ambos en el Invesco ha sido nulo. Bernhard Langer se ha pegado como una lapa a Jiménez en la primera jornada. Marcaje de época. Ambos, que han jugado juntos, han arrancado con una vuelta de 68 golpes, cuatro bajo par, y se han colocado en la tercera posición. El malagueño hizo seis birdies y dos bogeys, mientras que el teutón firmó tres birdies, un eagle y un bogey. Jiménez necesita una victoria o que Langer sufra un fin de semana aciago para recortar tantos puntos. Siempre quedará, en cualquier caso, la gran final, donde la bolsa de premios es un 25 por ciento mayor, por lo que permitirá mayores movimientos en el orden de mérito.
La obligación de Jiménez en las dos rondas que restan en el recorrido Sherwood Country Club de Thousand Oaks, en California, será descolgar a Langer, como si de una etapa de alta montaña del Tour de Francia se tratara. La misión no es imposible, pero sí muy complicada.
