Cuando aún resuena el eco de la gran victoria de Gabriel Cañizares en el Marbella Country Club, el Gecko Pro Tour ya ultima los detalles de la segunda prueba de su circuito. Se trata del Würtzburg Open, que se disputa los próximos lunes y martes en el recorrido de Guadalhorce, próximo al aeropuerto de Málaga.
Allí se darán cita alrededor de sesenta jugadores procedentes de 14 países diferentes, desde España a Rusia pasando por Estados Unidos, México, Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Inglaterra, Escocia o Irlanda, entre otros. Y es que el Gecko se ha convertido en una especie de aldea global del profesional de golf en plena Costa del Sol.
Entre los participantes destaca la presencia de Gabriel Cañizares, ganador el pasado miércoles del Sovex Classic, primera cita del circuito, así como Pablo Martín Benavides, triple ganador del Circuito Europeo que repite experiencia en el Gecko, Carlos Rodiles, Peter Gustafson, Raúl Quirós o Marcos Pastor. Todos ellos jugadores que han pasado por la élite del golf europeo o que están en pleno proceso para meter la cabeza.
La segunda prueba del circuito contará también con la presencia muy especial de dos profesionales españolas muy jóvenes y que tienen un sensacional futuro por delante. Son Virginia Espejo, que está jugando esta temporada el Ladies European Tour, y Patricia Lobato, que intentará sacarse la tarjeta del circuito europeo este año.
Todos ellos y ellas tendrán que superar uno de los desafíos más difíciles de las veinte citas que tiene el Gecko en su calendario. Nos referimos a los greenes de Guadalhorce, diseñados por Miguel Ángel Jiménez y auténtica seña de identidad del bonito campo malagueño. Son grandes y muy ondulados. Tienen mucho movimiento, por lo que pondrán a prueba los nervios de los jugadores, así como su sabiduría a la hora de elegir la estrategia con el objetivo de estar en la parte buena del green, preferentemente por debajo del hoyo.
Buen ejemplo de las dificultades que presenta el campo es el balance del torneo de la pasada temporada. Apenas dos jugadores acabaron bajo par después de 36 hoyos y la victoria recayó en un jugador de postín: el ganador del British Amateur, una de las pruebas más prestigiosas del mundo del golf, el norirlandés Alan Dunbar.
El campo se encuentra en muy buen estado, beneficiado por las lluvias que han caído en los últimos días sobre Málaga. Si hubiera que elegir alguna clave para llevarse el gato al agua en este torneo bien podría ser el manejo de los pares 5. Prácticamente en todos se llega de dos, por lo que quien consiga jugarlos bien tendrá mucho terreno ganado.
El torneo arranca mañana lunes a partir de las 08.30 y la última salida será a las 11.40.
