Inicio Otros Circuitos The Gecko Tour La fábrica de birdies de Manuel Quirós echa humo…

La fábrica de birdies de Manuel Quirós echa humo…

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Segunda victoria consecutiva del malagueño en el Gecko

Manuel Quirós repite victoria en el Gecko Pro Tour. El jugador malagueño se ha impuesto en la sexta prueba disputada en el Old Course del Atalaya Golf & Country Club apenas seis días después de vencer en San Roque. Dos de dos. El embajador se pone serio.

Quirós engrasó la máquina de birdies y lleva echando humo una semana. Sus últimas cuatro rondas de golf en el Gecko son para enmarcar. A los once birdies que acumuló durante los dos días en San Roque ha sumado en Atalaya nada menos que 15, los siete de ayer más los ocho de hoy en la segunda y definitiva vuelta. Es decir, 26 birdies en los últimos 72 hoyos. La secuencia es espectacular: un birdie cada menos de cuatro hoyos y cerca de siete por jornada. “Creo que la clave de las dos últimas semanas está en la paciencia. No me obsesiono con el resultado, ni con hacer birdies, sólo estoy centrado en el juego, en pegar buenos golpes y dejarme opciones, si una entra, bien, y si no, a por la siguiente, sin presionarme demasiado”, analiza.

Quirós ha rematado el torneo con una ronda de 65 golpes para un total de -12, sensacional actuación que le ha permitido lograr el triunfo con dos impactos de ventaja sobre el noruego Eirik Tage Johansen, autor de la mejor vuelta del día con récord del campo incluido (64). A tres golpes terminó Patrick Simard y a cuatro el danés Jacob Lauridsen y el gaditano Raúl Quirós. Clasificación final.

La última jornada comenzó muy apretada. Los primeros 18 hoyos dejaron nada menos que cuatro líderes empatados con cinco bajo par. Sin embargo, Quirós hizo saltar por los aires la igualdad con una magnífica racha de ocho birdies en los primeros once hoyos, seis de ellos consecutivos entre el 6 y el 11. La faena quedaba vista para sentencia, aunque aún había que acertar con la espada. Quirós aguantó el pulso al Old Course, fue sumando pares y terminó con un bogey en el 18 cuando el triunfo ya tenía escrito su nombre. “Llegué a pensar que podía hacer once o doce menos después de pasar el hoyo 12, pero rápidamente me quité ese pensamiento de la cabeza y me centré en el torneo y en ganar, que es lo importante. Si hubiera sido la segunda vuelta en un torneo de cuatro a lo mejor habría apretado más el pistón, pero hoy lo que había que hacer era ganar, que no estaba fácil porque en el Gecko hay cada vez más nivel y yo sé que este campo permite hacer birdies”, explica Quirós.

Si difícil es ganar un torneo, mucho más es hacerlo dos veces seguidas. El malagueño atraviesa un momento dulce de juego y lo está sabiendo traducir de manera excelente en el campo. Se trata de un triunfo especial para el jugador de Benahavís, ya que prácticamente se ha criado golfísticamente en Atalaya. “Aquí empecé a jugar al golf. Primero me trajo mi hermano Paco, que es profesional, y después di clases con Diego Navarrete. Es muy bonito ganar donde has pasado tantas horas de pequeño dando golpes, aprochando y pateando”, señala.

Las condiciones de juego fueron de nuevo espléndidas. Lució el sol en Atalaya. El Gecko consiguió finalmente regatear a esa mínima de posibilidad de lluvia que aparecía en la previsión a partir de las doce del mediodía. Sopló el viento, sobre todo a primeras horas de la mañana, pero los jugadores consiguieron mantener bajo control la situación. De hecho, hoy 22 golfistas lograron jugar bajo par. Está claro que hay que jugar mucho y bien para ganar un torneo en el Gecko.

La próxima cita del Gecko serán los días 2 y 3 de diciembre en La Cañada.