Jon Rahm completó ayer en Wentworth otra sensacional semana de golf. Esta vez no pudo llevarse la victoria, pero peleó hasta el último hoyo con Danny Willett, ganador final del BMW PGA Championship, por el que habría sido su quinto triunfo en el European Tour. El golfista de Barrika, incluso, arriesgó a quedarse sin el segundo puesto en solitario en busca de un eagle en el 18 que le diera la oportunidad de forzar el playoff.
Fue, en cualquier caso, una nueva exhibición de Jon, que vive inmerso en la que ya es la mejor serie de resultados de su carrera profesional. Desde el pasado US Open de Pebble Beach, a mediados de junio, el golfista vasco acumula nueve torneos consecutivos en el top 15. Una racha a la que sólo se aproximó tras su primera victoria en el PGA Tour, en el Farmers Insurance Open de 2017, con ocho torneos consecutivos a gran nivel (o entre el último DP World Tour de Dubai y el Genesis Open de este año, con siete top 10 consecutivos.
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Jon llegó al US Open después de haber fallado el corte en 2017 y 2018, se lo tomó como un auténtico desafío y dio un pequeño giro en su manera de jugar. Ligeros ajustes con el objetivo de ser aún más sólido. Es un jugador agresivo porque va en su naturaleza, siempre lo es, pero empezó a buscar una versión más segura, más estratégica, con la idea final de evitar los grandes errores.
Su gran obsesión era no hacer un doble bogey en el US Open, que suele ser un torneo abonados a esos resultados altos. Y lo consiguió. A partir de ahí, su solidez ha sido fantástica y ha conseguido llevar ese mismo estilo de juego a cada semana. En estos últimos nueve torneos en los que ha participado sólo ha hecho cuatro dobles bogeys. Es decir, cuatro doble bogey en 36 rondas, o lo que es lo mismo, en 648 hoyos. Un dato sencillamente fantástico.
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Para rematar esta excepcional serie de buenos resultados, Rahm confirmó este fin de semana en el BMW PGA Championship el idilio que mantiene con las Rolex Series del circuito europeo. Ha ganado tres torneos de esta categoría especial y lidera las estadísticas de golpes ganados y birdies por ronda. En sus siete apariciones en los torneos Rolex ha logrado siete top 5, una auténtica barbaridad que define el nivel de juego que está alcanzando el de Barrika.