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Permitan que hoy titulemos con el vigésimotercer clasificado

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El héroe del Open de Nueva Zelanda, Bob Charles

Los torneos de golf se llenan muchas veces de pequeñas proezas de las que prácticamente no nos enteramos. El ganador siempre ocupará un sitio de honor en las crónicas, pero a veces, como en el Open de Nueva Zelanda, celebrado en The Hills esta semana, la gran hazaña se halla en el puesto vigésimotercero…

El protagonista de la gesta es Sir Bob Charles, mítico jugador neozelandés que a sus 71 años ha terminado el Open con -4, después de firmar durante los cuatro días 75-68-71-70. Como lo están leyendo: ha jugado tres jornadas por debajo del par y ha terminado entre los 25 primeros. Para enmarcar. Se ha convertido en el jugador con más edad en pasar un corte, batiendo a San Snead, que lo consiguió con 67 años en el circuito americano.

Charles ha puesto de manifiesto en su 'casa' que se puede seguir jugando muy bien aun con más de 70 años. Para que se hagan una idea, ha producido durante el torneo doce birdies y ¡dos eagles! Y no dejen de asombrarse: ha mandado el driver con regularidad a 250 metros, ha hecho una media de 28 putts y ha recuperado 15 de los 25 greenes en regulación que ha perdido. ¡Qué monstruo!

Y aún podría haber sido más alucinante si no llega a cometer doble bogey en el hoyo 18. Con el par estaríamos hablando de un decimosegundo puesto que lo habría metido de lleno en la historia.

Lo más grande de esta historia es que a Sir Bob lo tuvieron que convencer los organizadores para que jugara el Open. Le entregaron una invitación especial y se ha marcado una actuación de sombrerazo.

Para los que no le suene el nombre de Charles, tenemos que decir que ha ganado más de 75 torneos en los cinco continentes. Su momento cumbre llegó en 1963, cuando se impuso en el Open Británico después de jugar un playoff con Phil Rodgers.

Se convirtió además en el primer jugador zurdo de la historia en ganar un grande, un título honrífico que ha mantenido en solitario hasta las recientes victorias de Mike Weir y Phil Mickelson.

Seguro que jamás olvidará aquel British, pero tampoco olvidarán aquellos que lo hayan vivido en directo su exhibición en Nueva Zelanda.

 

Finch, de la fatiguita en Mallorca, a la gloria

Al margen de Sir Bob Charles, el tipo más feliz del mundo en The Hills era Richard Finch. El jugador inglés ha pasado en sólo un mes de pasarlas canutas en Mallorca para retener la tarjeta (necesitaba un séptimo puesto y lo consiguió) a ganar el primer torneo de su vida en el Circuito Europeo. Finch acabó con -14, tres golpes menos que los 'locales' Steven Bowditch y Paul Sheehan.

 

Álvaro Velasco acabó 44º

Álvaro Velasco se marcha de Nueva Zelanda habiendo dado otro pasito importante en su carrera. Consiguió pasar el corte en su segunda aparición en el Circuito Europeo y ha terminado en el puesto 44º. El último día empezó como una moto, con tres birdies seguidos, pero se fue diluyendo y acabó firmando un +1 en el día, para un total de par.