El Open de Argentina disputa desde este jueves su edición número 113. Palabras mayores, señoras y señores. La primera vez se celebró en 1905 y ganó, cómo no, un escocés, Mungo Park Jr. Poco o nada tiene que ver el golf de entonces con el de ahora, pero ahí sigue el torneo, jugándose, y con un apoyo brutal por parte de los golfistas locales.
El torneo comenzó ayer como parte del calendario del PGA Tour Latinoamérica. Concretamente, es la penúltima prueba del calendario. Se juega en el recorrido Pilará Golf Club y el gran objetivo de todos, al menos el principal, es meterse entre los 60 primeros de ránking para jugar la gran final en Florida.
Hay tres españoles en liza y dos de ellos arrancaron muy bien. Son Mario Beltrán (-4), ubicado en la quinta posición a dos golpes del liderato, y Samuel del Val (-2). Peor le fueron las cosas a Mario Galiano (+6). El andaluz necesitará una segunda ronda estratosférica para superar el corte. Al menos, Galiano y Beltrán tienen asegurada su plaza en la final. Del Val necesita al menos ser segundo para asegurarse un sitio.
En cuanto a la Armada argentina, hay que quitarse el sombrero con la vuelta de Vicente Fernández, veteranísimo jugador de 72 años, campeón de 70 torneos profesionales, entre ellos ocho Open de Argentina. Ha comenzado con una vuelta de 75 golpes, los mismos que Ángel Cabrera, y luchará por pasar el corte. Enorme. Hay que recordar que Fernández ya hizo 70 golpes en la previa del British Open Senior para clasificarse. Bestial.
Otros nombres propios de Argentina en esta primera ronda son los de Ricardo González (-5), Tano Goya (-4), José Cóceres (PAR) y César Monasterio (+2). También jugó Eduardo Romero, pero se retiró al finalizar la última jornada.
