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A Koepka se le suelta la lengua

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Brooks Koepka, la semana pasada en México. © Golffile | Ken Murray
Brooks Koepka, la semana pasada en México. © Golffile | Ken Murray

El mundo ha descubierto una nueva versión de Brooks Koepka. Atrás ha quedado el perfil de jugador poco expresivo, muy musculado y parco en palabras ante los medios de comunicación. Más o menos, venía a ser una versión de Dustin Johnson aún con más bíceps, hasta el punto de que en Estados Unidos era conocido como el Ivan Drago del golf, ya saben aquel hierático rival ruso de la mítica Rocky IV encarnado por Dolph Lundgren.

Koepka ha dicho basta. Se ha soltado la melena y la lengua. Primero sacó toda la artillería contra Sergio García tras la descalificación del español en Arabia. “Se ha comportado como un crío, tiene 40 años y ya es hora de que madure. No es un buen ejemplo y nos ha faltado el resto a nosotros y al resto de la gente”. Desde luego, no se mordió la lengua.

Poco después, le tocó el turno a los jugadores lentos. “Es muy frustrante. Los jugadores lentos van contra las reglas, pero nadie tiene lo que hay que tener para penalizarlos. Igual que se castiga al que dropa desde el hombro y coloca a su caddie detrás para alinearlo, lo mismo debería ocurrir con los jugadores lentos”, señaló.

Koepka ha dado rienda suelta a su versión más desatada. Ha decidido soltar el freno de mano a sus pensamientos. De hecho, en una entrevista reciente confesó que a veces utiliza algunas tretas contra los jugadores lentos. “Ando deliberadamente lento o me meto en el baño sin tener la necesidad para provocar que los árbitros nos pongan en el reloj y a partir de ahí, al fin, puedo jugar al golf a mi ritmo. Sé que no está bien, pero es lo que hago”, explicó.

“Ando deliberadamente lento o me meto en el baño sin tener la necesidad para provocar que los árbitros nos pongan en el reloj y a partir de ahí, al fin, puedo jugar al golf a mi ritmo. Sé que no está bien, pero es lo que hago”

Esta nueva versión de Koepka ha llamado mucho la atención. El campeón de dos US Open y un PGA Championship justifica esta evolución en su posición en el golf mundial. “Yo soy y he sido siempre como me veis ahora. Antes quería ser políticamente correcto, no me quería meter en ningún charco y prefería pasar desapercibido. Cuando has ganado un solo torneo en el PGA Tour no puedes decir las cosas realmente como las piensas, pero ahora sí siento que tengo una voz propia y quiero que sea escuchada, ahora tengo un estatus. Por ejemplo, no me voy a callar ni me voy a quedar en un segundo plano con el juego lento. Es un gran problema de nuestros deporte. Claro que hay cosas muy buenas en el golf y otras que deben ser cambiadas”. Koepka ha pasado a ser Brooks el justiciero.

“Yo soy y he sido siempre como me veis ahora. Antes quería ser políticamente correcto, no me quería meter en ningún charco y prefería pasar desapercibido. Cuando has ganado un solo torneo en el PGA Tour no puedes decir las cosas realmente como las piensas, pero ahora sí siento que tengo una voz propia y quiero que sea escuchada, ahora tengo un estatus»

Sobre este cambio experimentado en su forma de relacionarse con los medios (hay que recordar que tras ganar los dos US Open y el PGA declinó acudir a los programas de TV), Justin Thomas asegura que no está demasiado sorprendido. “Siempre ha sido así con nosotros, lo que ocurre es que creo que antes no había despertado demasiada atención. Sin ánimo de criticar, creo que ha sido un problema de que antes no se le hacían este tipo de preguntas”, asegura Thomas.

Sea como fuere, el golf ha ganado un nuevo gallo en el corral, y no sólo dentro del campo, que eso lo había ganado ya hacía bastante tiempo…