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Sergio García y el famoso hoyo 6 de Bay Hill

A las puertas del santuario profanado

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Salida del hoyo 6 de Bay Hill.
Salida del hoyo 6 de Bay Hill.

Sergio García se sube al tee del hoyo 6, el par 5 de Bay Hill con la calle en semicírculo que circunda al mayor de los dos lagos esféricos que hay en el recorrido de Orlando. Un hoyo que ya era famoso (disculpen un paréntesis friki: la PlayStation lo lanzó definitivamente al estrellato hace ya un montón de años…), pero que en 2021 superó cualquier barrera soñada de notoriedad, cuando Bryson DeChambeau profanaba definitivamente el santuario de las distancias.

El metraje oficial del hoyo es de unas 550 yardas, pero entre el tee y el green, en línea recta, sólo hay agua y están separados por unas 340 yardas de vuelo (según la línea, la cifra puede variar ligerísimamente). Un fruto prohibido, pero ni siquiera tentador… Hasta la irrupción en la ecuación de los cálculos del doctor chiflado y su velocidad de palo, que por desgracia este año no podrá enfrentarse de nuevo al reto (ha sido baja de última hora por lesión).

Es cierto que en el ya legendario disparo de DeChambeau la bola no picó exactamente en el green (terminó en el bunker adyacente), pero voló lo suficiente como para poder haberlo hecho sobrada. La gesta estaba hecha y el santuario profanado: cuentan que el Tiger más explosivo y atlético ni siquiera osaba mirar de reojo al green desde el tee en las vueltas de práctica, ni a modo de chiste o juego. Se abría ‘oficialmente’ una nueva era en el golf. ¿Será posible que en muy poquitos años contemos por docenas a los insurgentes del hoyo 6 en Bay Hill? Cuesta creerlo, la verdad. Pero aún más cuesta descartarlo.

Habíamos dejado a Sergio subido en el tee del 6, este mismo miércoles, durante la disputa del Pro Am. Es la decimotercera ocasión que juega este torneo, pero hacía ya nueve años que no venía a Bay Hill, cuando Bryson ni siquiera era todavía un proyecto de mega bombardero. La cuestión es: ahí subido, en el tee, hace años ¿llegó Sergio siquiera a imaginar que alguien, algún día, miraría frente a frente tal objetivo?

El de Borriol responde, pero tampoco lo hace demasiado convencido, para qué vamos a engañarnos. “Alguna vez tendría que ocurrir…”, acierta a decir.

Enseguida, se queda mirando al green y continúa. “A ver, yo creo que Rory, en un día con las condiciones perfectas y viento a favor (DeChambeau también lo tuvo), también podría llevar la bola de vuelo al mismo sitio”. No es que le pueda la amistad que le une al norirlandés (que también), es que todos saben que McIlroy guarda siempre una sexta o séptima marcha.

Glen Murray, caddie del español, se entretiene realizando algunas mediciones con el láser desde el tee. O puede que quizá no sólo se entretenga. Busca una ruta alternativa y más agresiva para su jefe y encuentra un punto del semicírculo que dibuja el fairway que se encuentra a 312 yardas de vuelo… Desde allí, si el drive fuera exitoso, Sergio tendría algo así como un hierro 7, incluso un 8, para el asalto al green. Demasiado riesgo.

“Yo, en el mejor de mis tiros y con viento a favor, podría llegar a hacer de vuelo 320 yardas. A ver: podría llevarla al green con un viento a favor huracanado y a lo mejor ni por esas. O lo que es lo mismo: podría llevarla al green en un día en el que en realidad no se podría jugar al golf”, explica el jugador casi entre risas. Por tanto, confirmado: la ruta es demasiado arriesgada. Ni siquiera hace el intento desde el tee.

A cambio, pega un drive mayúsculo ligeramente al draw, bellísimo, apuntando a un objetivo mucho menos estresante, aunque seguramente también impensable hace unos pocos años. Todavía tendrá que atizar la bola con un hierro 4 de segundo tiro. De camino hacia allá, hacemos un último repaso y Sergio no termina de ver a ningún otro jugador que, igual que Bryson, pudiera llevar la bola al green a día de hoy. “Parece ser que Cameron Young puede pegarle muy, muy fuerte a la bola, pero no sé si él sería capaz de hacerlo. Puede que Cameron Champ sí pudiera llevarla a green con viento a favor, aunque su bola es más baja que la de DeChambeau o Rory”, señala.

De momento, ni Young ni Champ, ambos presentes esta semana, han anunciado ‘oficialmente’ que vayan a intentarlo. Ni ellos, ni nadie. Démosle todavía un poco más de tiempo al tiempo.